Octubre de 2009
Año V, Número 44


EXTRACTO DE LA CARTA DE VERA CRUZ*

(El siguiente extracto de la célebre carta dirigida al emperador, por e1 Ayuntamiento de la Rica Villa de la Veracruz, da una sucinta idea de la fundación de la primera co-lonia en México y del nombramiento hecho en Hernán Cortés, para justicia mayor y capitán general. El original se conserva en la Biblioteca Imperial de Viena.)

Después de se aver despedido de nosotros el dicho cacique, y buelto a su casa, en mucha conformidad, como en esta armada venimos, personas nobles, cavalleros, hijos dalgo, zelosos del servicio de Nuestro Señor y de Vuestras Reales Altezas, y deseosos de ensalzar su Corona Real, de acrecentar sus señoríos, y de aumentar sus rentas, nos juntamos y platicamos con el di-cho capitan Fernando Cortés, diciendo que esta tierra era buena, y que según muestra de oro que aquel cacique havia traido, se creia que debia de ser mui rica, y que según las muestras que el dicho cacique havia dado, era de creer que él y todos sus yndios nos tenían muy buena voluntad; por tan-to que nos parecía que nos convenia al servicio de Vuestras Magestades, y que en tal tierra se hiziese lo que Diego Velásquez havia mandado hacer al dicho, capitan Fernando Cortés, que era rescatar todo el oro que pudiese, y rescatado bolverse con todo ello á la ysla Fernardina, para gozar sola-mente de ello el dicho Diego Velásquez y el dicho capitán; y que lo me-jor que á todos nos parecia era, que en nombre de Vuestras Reales Altezas se poblase y fundase allí un pueblo en que huviese justicia, para que en esta tierra tuviesen señorío, como en sus reinos y señoríos lo tienen; porque siendo esta tierra poblada de españo-les, de más de acrecentar los reinos y señoríos de Vuestras Magestades, y sus rentas, nos podrían hacer mercedes á nosotros y á los pobladores que de mas allá viniesen adelante; y acordado esto, nos juntamos todos en concordes de un ánimo y voluntad, y hizimos un requerimiento al dicho capitan, en el qual diximos, que pues él veía quanto al servicio de Dios Nuestro Señor y al de Vuestras Magestades convenia, que esta tierra estuviese poblada, dándole las causas de que arriba á Vuestras Altezas se ha hecho relacion, que le requerimos que luego cesase de hacer rescates de la manera que los venia á hacer, porque seria destruir la tierra en mucha manera, y Vuestras Magestades serian en ellos muy desservidos; y que ansí mismo le pedimos y requerimos que luego nombrase para aquella villa, que se avía por nosotros de hacer y fundar, alcaldes y regidores, en nombre de Vuestras Reales Altezas, con ciertas protestaciones, en forma que contra él protestamos si ansí no lo hiziesen; y hecho este requerimiento al dicho capitán, dixo que daría su respuesta al dia siguiente; y viendo pues el dicho capitan como convenía al servicio de Vuestras Reales Altezas lo que le pediamos, luego otro día nos respondió diciendo, que su voluntad estaba mas inclinada al servicio de Vuestras Magestades que á otra cosa alguna, y que no mirando al interese que á él se le siguiese, si prosiguiera en el rescate que traia propuesto de rehacer los grandes gastos que de su hacienda avía hecho en aquella arma-da juntamente con el dicho Diego Velásquez, antes poniéndolo todo le placía y era contento de hacer lo que por nosotros le era pedido,pues que tanto convenía al servicio de Vuestras Rea-les Altezas; y luego comenzó con gran diligencia á poblar y á fundar una vi-lla, la cual puso por nombre la rica Villa de Vera Cruz, y nombrónos á los que lá delantes suscribimos, por alcaldes y regidores de la dicha villa, y en nombre de Vuestras Altezas recibió de nosotros el juramento y solemnidad que en tal caso se acostumbra y suele hacer; despues de lo cual otro dia siguiente entramos en nuestro cabildo y ajuntamiento, y estando así juntos embiamos á llamar al dicho ca-pitan Fernando Cortés, y le pedimos en nombre de Vuestras Reales Altezas que nos mostrase los poderes y instrucciones que el Diego Velásquez le avia dado para venir á estas partes, el qual embió luego por ellos y nos los mostró; y vistos y leidos por nosotros, bien examinados segun lo que pudimos mejor entender, hallamos á nuestro parecer que por los dichos poderes y instrucciones no tenía más poder el dicho capitan Fernando Cortés, y que por aver ya espirado no podia usar de justicia ni de capitan de allí adelante; pareciéndonos pues mui Excellentíssimos Príncipes, que para la pacificación y concordia de entre nosotros, y para nos gobernar bien, convenia poner una persona para su Real servicio, que estuviese en nombre de Vuestras Magestades en la dicha villa y en estas partes por justicia mayor y capitán y cabeza, a quien todos acatásemos hasta hacer relación de ello a Vuestras Reales Altezas para que en ello proveyesen lo que mas servidos fuesen, y visto que á ninguna persona se podría dar mejor el dicho cargo que al dicho Fernando Cortés, porque demás de ser persona tal qual para ello conviene, tiene muy gran zelo y deseo del servicio de Vuestras Magestades, y ansí mismo por la mucha experiencia que de estas partes y yslas tiene, de causa de los quales ha siempre dado buena cuenta, y por haver gastado todo quanto tenía por venir como vino con esta armada en servicio de Vuestras Magestades, y por aver tenido en poco, como hemos hecho relación, todo lo que podia ganar y inte-ese que se le podía seguir si rescatara como traía concertado, y le proveimos en nombre de Vuestras Reales Altezas de justicia y alcalde mayor, del qual recibimos el juramento que en tal caso se requiere, y hecho como convenia al Real servicio de Vuestras Magestades, lo recibimos en su Real nombre en nuestro ajuntamiento y cabildo por justicia mayor y capitan de Vuestras Reales armas, y ansí está y estará has-ta tanto que Vuestras Magestades provean lo que mas á su servicio convenga: hemos querido hacer de todo esto relacion á Vuestras Reales Altezas, porque sepan lo que acá se ha hecho, y el estado y manera en que quedamos.