Octubre de 2009
Año V, Número 44


C O N T E N I D O

Notas

3 Seminario Pensar en Español, un ejercicio de aprendizaje colectivo: José Narro Robles
5 Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Unión Europea
9 El lenguaje, base de la “segunda naturaleza del animal humano”
16 Inician los trabajos del seminario permanente El Centro Histórico de la Ciudad de México
17 Libera la UNAM el portal Biblat, valiosa fuente bibliométrica para conocer la productividad científica de América Latina y el Caribe

Entrevistas

6 En México, el acceso a los estudios superiores sigue siendo un privilegio: María Herlinda Suárez Zozaya
12 Speaking desde las heridas rememora lo que puede caer en el olvido: Claire Joysmith

Reportajes

10 Presos indígenas, ¿por transgresión u omisión?
14 Migración interna en México, corolario de la pobreza, el desempleo y la urbanización

Secciones

18 Documentalia
20 Libros y autores
22 Tendencia juvenil

Foto: detalle del mural Abstracción integrada de Carlos Mérida, Archivo Manuel Toussaint del IIES.

Universidad Nacional Autónoma de México: Dr. José Narro Robles, Rector; Dr. Sergio M. Alcocer Martínez de Castro, Secretario General; Mtro.
Juan José Pérez Castañeda, Secretario Administrativo; Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez, Secretaria de Desarrollo Institucional; MC. Ramiro Jesús
Sandoval, Secretario de Servicios a la Comunidad; Lic. Luis Raúl González Pérez, Abogado General; Dra. Estela Morales Campos, Coordinadora
de Humanidades.

Consejo asesor: Rubén Bonifaz Nuño, José Luis Ceceña, José R. de la Herrán, Héctor Fix Zamudio, Ruy Pérez Tamayo. Consejo editorial:
Fernando Curiel, María del Carmen Contijoch, Rosa Esther Delgadillo, Gerardo Torres Salcido, Rubén Ruiz Guerra, María Teresa Uriarte
Castañeda.

Humanidades y Ciencias Sociales, revista mensual, octubre de 2009. Editor Responsable: Antonio Sierra García. Número de Certificado de Reserva
otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2005-072713233300-102. Número de Certificado de Licitud de Título: 13525.
Número de Certificado de Licitud de Contenido: 11098. Domicilio de la publicación: Circuito Mtro. Mario de la Cueva s/n, Ciudad de la
Investigación en Humanidades, Zona Cultural, Ciudad Universitaria, 04510, Coyoacán, México, D.F. Imprenta: Diario de México. Chimalpopoca
No. 38, Colonia Obrera, 06800, Cuauhtémoc, México, D.F. Distribuidor: Gaceta UNAM. Lado sur de la Torre de Rectoría, zona comercial,
Ciudad Universitaria.

Jefe de información: Octavio Olvera. Jefa de redacción: Thamar Seguí Amórtegui. Reportera: Gabriela Casas Cabrera. Diseño y formación: Rolando
Morales. Las opiniones vertidas en esta publicación son responsabilidad del autor. Teléfono: 5622-7565 al 75, ext. 314. Prohibida la reproducción
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informacionymedios@humanidades.unam.mx  


Seminario Pensar en Español,
un ejercicio de aprendizaje colectivo: José Narro Robles

“En medio de todas las turbulencias por las que atraviesa la sociedad mundial, en medio sin duda de los problemas que aquejan a España y a México, este seminario se presenta como un buen foro para el análisis, para ver hacia atrás, pero también para prever el futuro”, afirmó José Narro Robles, rector de la UNAM, durante la ceremonia inaugural del Seminario Pensar en Español.  

Acompañado por Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades; Carmelo Angulo Barturen, embajador de España en México; Carlos Berzosa Alonso-Martínez, rector de la Universidad Complutense de Madrid; José Martínez de Pisón Cavero, rector de la Universidad de La Rioja; Juan Antonio Gimeno Ullastres, rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), y Sergio Alcocer, secretario general de la UNAM, Narro Robles destacó que “la necesidad de identificarnos, de reafirmarnos en nuestra cultura, en nuestro lenguaje, y de hacernos presentes también en el análisis de nuestras realidades” ha sido el objetivo que la Universidad ha perseguido sistemáticamente en los últimos años.

Al decir de José Narro, “este seminario es una oportunidad extraordinaria para conocer, avanzar y pasar del pensar al vivir en español; para reafirmar una serie de valores que sin duda compartimos en nuestras instituciones de educación superior, valores laicos esenciales que contribuyen a que nuestras sociedades vivan con mejores objetivos y propósitos”.

Pensar en Español “es un programa que surge dentro del Año de la Ciencia (2007), que se compromete con el fomento del conocimiento en nuestra lengua, con su difusión y con la pretensión de perdurar en el tiempo, contribuyendo de este modo a situar el español en el lugar que por historia, población, producción, desarrollo e innovación, merece”. Los principales objetivos de este seminario son: potenciar el espacio iberoamericano del conocimiento; promover la presencia y la influencia internacional del pensamiento en lengua española; incrementar la calidad, el prestigio y la difusión internacional de las publicaciones científicas en lengua española; generar infraestructuras tecnológicas compartidas de conocimiento; impulsar la edición electrónica y la difusión en línea de contenidos en español, y apoyar las comunidades, redes y asociaciones activas en el desarrollo del espacio iberoamericano del conocimiento.

En la reciente edición de Pensar en Español, organizada por el Ministerio de Cultura del Gobierno de España y la Universidad Nacional Autónoma de México, del 5 al 8 de octubre, especialistas de ambos países debatieron en torno a la prevalencia del idioma, su influencia en el pensamiento mundial y sus opciones de fomento en el contexto internacional, entre otros temas.

Durante su participación en la sesión inaugural, Estela Morales Campos consideró que “estas reuniones permiten analizar y reflexionar acerca del conocimiento generado por nuestros pueblos y su expresión en español, así como sobre la conformación de culturas que van aglutinando saberes, sentimientos, sensaciones y sensibilidades”.

“La expansión, la riqueza y la vitalidad del español han tenido como aliado el factor demográfico más allá de las fronteras de su origen; su apertura a la convivencia y mestizaje en sus viajes y flujos migratorios, y la fuerza de las culturas de las que forma parte. La lengua, nuestra lengua, es la llave de acceso a la producción cultural de todos los países que tienen al español como lengua de intercambio, en cualquiera de sus expresiones: literaria, artística, científica; es decir, toda expresión producida por el hombre”.

Al decir de Morales Campos, “el español poco a poco ha ganado espacios en foros internacionales, en medios escritos, audiovisuales y en la red; ahora depende de los hispanohablantes: ‘pensar en español, escribir en español y leer en español’, para lograr que la transferencia de conocimiento se dé en nuestra lengua”.

En su oportunidad, Carmelo Angulo Barturen, embajador de España en México, aseveró que el Año de la Ciencia se empleó como una plataforma “para convertir la cultura científica en un tema prioritario, en el que estén implicados todos los agentes culturales de nuestra sociedad —investigadores, empresas, universidades y centros de excelencia académica. Pensar en Español se compromete con el uso de nuestra lengua en el conocimiento y la difusión de la ciencia, contribuyendo de este modo a situar el español en el lugar que le corresponde por muchos factores, pero sobre todo por el de población, producción, desarrollo e innovación tecnológica”.

Para Angulo Barturen, “el español —hablado por 450 millones de personas— ya tiene gran fuerza y presencia en la comunicación y en la literatura, por lo que debe orientarse a la generación de conocimiento”. Lo anterior, que es un reto difícil por la preponderancia del inglés en la comunicación, en la economía, en el internet y en la ciencia, “se puede alcanzar paso a paso, aunando esfuerzos con compromisos importantes como este que estamos haciendo aquí, invirtiendo en proyectos que puedan impulsar el pensamiento en español”.

“La preponderancia del inglés en investigación, ciencia y tecnología  es hoy en día casi absoluta —continuó el embajador—. Los científicos e investigadores, sean del país que sean, escriben sus publicaciones en inglés, porque es la lengua en que se editan las revistas científicas de mayor referencia, cuyo elemento común son sus altísimos estándares de calidad. Si queremos potenciar la presencia del español en el mundo de la investigación y de la ciencia, primero debemos ser capaces de editar revistas y otros instrumentos con los mismos estándares de calidad”.   


Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Unión Europea
México, socio estratégico de la Unión Europea

En 1984, la Unión Europea implementó el Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico para potenciar el financiamiento de la ciencia y la tecnología y para “poner el conocimiento al servicio del dinamismo económico y el progreso social y medioambiental”. Desde su creación, se ha convertido en el principal instrumento de financiación y el mayor gestor de proyectos de investigación comunitaria de la UE.

La política de investigación  y desarrollo tecnológico implementada por la UE en los diversos programas marco —los cuales son de carácter plurianual— ha favorecido el desarrollo de proyectos de investigación trasnacionales y la cooperación internacional en favor de la sociedad y el progreso. Para informar a la comunidad científica y tecnológica del área de las ciencias socioeconómicas y humanidades acerca de las iniciativas de cooperación que el Séptimo Programa Marco —vigente actualmente— ha abierto en sus recientes convocatorias, la Coordinación de Humanidades de la UNAM y la Oficina de Enlace entre el CONACyT y la Unión Europea organizaron el taller “Información sobre las oportunidades que ofrece el Séptimo Programa Marco de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Unión Europea a la comunidad científica y tecnológica de México y particularmente en el área de ciencias socioeconómicas y humanidades”.

Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades, destacó que la dependencia a su cargo fue designada la oficina de enlace con los programas de la Unión Europea, lo cual representa una importante posibilidad de colaborar y tener una relación más estrecha con la Unión Europea a través de proyectos. “Desde hace varios años, la Universidad y los investigadores hemos trabajado conjuntamente en grupos colectivos de investigación que nos permiten hacer proyectos de largo alcance y de mayor envergadura; en este caso, proyectos que puedan tener el apoyo de otras oficinas internacionales, como la Unión Europea”.

Por su parte, Héctor Sámano Rocha, director de la oficina encargada de promover la cooperación Unión Europea-México en Ciencia, Tecnología e Innovación, señaló que desde 2006 el CONACyT ha desarrollado diferentes actividades de difusión e impulso de las oportunidades de colaboración con Europa, mismas que a finales de 2008 entraron en una segunda fase de promoción: “el objetivo principal es fungir como una plataforma de enlace, de vinculación de oportunidades para la comunidad científica y tecnológica en los diversos ámbitos y temáticas, dentro de las cuales la Comisión Europea está poniendo recursos para el desarrollo de proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación. Estos recursos se dividen en 10 áreas temáticas”.

“Es importante recordar que a partir de este año México fue denominado socio estratégico de la Unión Europea, lo que nos da una posición relevante, ya que podemos estar ante los europeos, quienes nos escuchan, atienden nuestras demandas, y podemos establecer con ellos mecanismos de trabajo y coordinación mucho más afectivos”. 

Al encuentro acudieron además Gerardo Torres Salcido, secretario técnico de la Coordinación de Humanidades y enlace directo de la entidad con la Oficina de la Unión Europea y el CONACyT; Rubén Ruiz Guerra, secretario académico de la Coordinación de Humanidades, y Rita Torres Pascacio, coordinadora de Asuntos Multilaterales de la Dirección de Política y Cooperación Internacional del conacyt. 


En México, el acceso a los estudios superiores sigue siendo un privilegio:
María Herlinda Suárez Zozaya*

“Nuestros gobernantes se afanan en difundir entre la opinión pública que en nuestro país los recursos no son suficientes para ‘darse el lujo’ de invertir en educación superior. En el imaginario colectivo plantan la representación de que en México, por ser un Estado pobre, resulta suntuoso gastar en educación superior y que, además, las universidades públicas nacionales dilapidan recursos y ofrecen educación de mala calidad”, afirmó en entrevista María Herlinda Suárez Zozaya, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM).

Al conversar con Humanidades y Ciencias Sociales, la especialista aseveró que en México la falta de recursos económicos afecta a las instituciones de educación superior y a los jóvenes. “Pero quiero aclarar que, más que ser intrínseca a la situación del país, la pobreza ha sido creada y magnificada por los poderes que han buscado hacerla parte de nuestra identidad. Así que nuestra mayor pobreza más que económica es moral, pues sin duda es una inmoralidad que a los gobernantes les convenga que la autorrepresentación de la sociedad sea la de una sociedad de pobres”. 

De acuerdo con Suárez Zozaya, en México “las instituciones de educación superior públicas no sólo son pocas e insuficientes para atender la demanda, sino que además se les presenta como de mala calidad. Por tanto, los desafíos que deben enfrentar son, por un lado, defender los presupuestos para la educación pública y pugnar por la apertura de nuevas instituciones y, por el otro, reconstruir su imagen de calidad ante la sociedad. Claro está que esta imagen debe ser real y no solamente una apariencia, porque hoy existe el problema, causado por los sistemas de evaluación, de que las instituciones educativas se empeñan en cumplir con los indicadores que les permitan acceder a recursos, pero se ha comprobado que esto no asegura la calidad académica”.

“La universidad virtual es otro de los desafíos que se vislumbran. Esa modalidad está recibiendo apoyo de la Subsecretaría de Educación Superior y representa una buena opción para ampliar la cobertura de la matrícula y también para dar paso a nuevas modalidades de participación de jóvenes y adultos en la educación superior. Sin embargo, en este campo se presentan enormes retos para la investigación educativa y, sobre todo, para la pedagogía. Sin duda, los métodos de enseñanza-aprendizaje que se usan en el sistema presencial no pueden aplicarse de la misma manera en la educación a distancia. Ojalá que ya se estén llevando a cabo las investigaciones y propuestas pertinentes. Me preocupa que la educación superior a distancia abra un nuevo segmento de desigualdad en lo que respecta a la calidad educativa que ofrece el sistema público en México, y que no cumpla con las aspiraciones y anhelos de los jóvenes que la cursen”.

¿Qué porcentaje de jóvenes ingresa en la educación superior y posteriormente se dedica a la investigación o la docencia?
—En México, los jóvenes que entran en la universidad son pocos. De los que terminan la enseñanza media superior, más de 20% no ingresa en el nivel siguiente, y si pensamos que del total de los jóvenes de entre 19 y 23 años que hay en el país sólo un poco más de 25% cursa estudios superiores, no cabe duda de que el acceso a este nivel sigue siendo un privilegio. Si a esto le agregamos que el índice de eficiencia terminal de las instituciones de educación superior es cercano al 50%, las cosas se complican aún más, pues la situación que aparece ante nosotros es que son muy pocos los jóvenes mexicanos que tienen la oportunidad de cursar posgrados. Así que la investigación y la docencia tienen pocos elementos jóvenes de donde nutrirse. Y si además observamos que el mercado de trabajo académico es hoy muy cerrado y restringido en cuanto a las condiciones laborales que ofrece, es indudable que en la actualidad tanto las universidades como el quehacer científico y tecnológico nacional atraviesan por un momento crítico y su futuro está en riesgo.

¿Cómo afecta a las universidades el rezago educativo que se percibe en el país?
—Aquí es necesario distinguir entre universidades públicas y privadas. Las primeras tienen el deber y la responsabilidad de velar por el interés colectivo, y las segundas no. Ambos tipos de universidades se ven afectados por el rezago educativo. Las públicas porque, dada la dinámica demográfica del país, todavía marcada por un incremento en el número de jóvenes, cada vez son más los que se quedan fuera de la educación superior, y estas instituciones no pueden quedarse cruzadas de brazos ante esto. Por su parte, a las universidades “empresa” les afecta porque no crece el número de jóvenes que están en condiciones de solicitar sus servicios. Hay estudios que muestran que, desde un punto de vista económico, la demanda de educación superior en México es poco elástica, ya que para que ésta crezca no sólo es necesario abatir el rezago educativo a fin de que haya más egresados del nivel medio superior, sino que, para que los jóvenes se orienten hacia instituciones privadas, también se requiere transferirles recursos públicos para que puedan convertirse en “clientes”. Por eso hay tanto interés del gobierno y de los dueños de escuelas privadas en implantar medidas de financiamiento a la educación, como los vouchers. 

¿En qué condiciones se incorporan los jóvenes universitarios al mercado laboral?
—Cuando se habla de jóvenes, hacer generalizaciones es arriesgado porque incluso entre los universitarios hay mucha heterogeneidad. Sin embargo, en este caso puedo afirmar que en los tiempos que corren, los jóvenes, prácticamente todos, están ingresando en el mercado de trabajo con sentimientos de inseguridad y vulnerabilidad, y eso está siendo aprovechado por los empleadores para ofrecerles trabajos indecentes, tanto en términos de ingresos como de condiciones.

Es un hecho que el mercado laboral en México ya se ha flexibilizado. Además, ahora los estudiantes de licenciatura buscan trabajar antes de terminar su carrera, puesto que en todos lados les piden experiencia y por lo tanto deben apresurarse a obtener su “primer empleo”. Por cierto, este primer empleo se ha convertido en una especie de “novatada”, pues las condiciones de trabajo son pésimas pero se aceptan con tal de trabajar. En un libro que coordiné recientemente junto con José Antonio Pérez Islas, el cual se titula Jóvenes universitarios en Latinoamérica, hoy, puede leerse cómo esta situación no es privativa de nuestro país sino que está presente prácticamente en toda la región. Particularmente en México, el trabajo estable, con prestaciones y seguridad laboral, ya casi está extinto. ¿Cómo no van a ingresar los jóvenes al mundo del trabajo llenos de inquietudes e inseguridades?

¿Cómo repercute en la juventud la precarización por la que atraviesan las instituciones educativas del país?
—Una de las repercusiones más graves es la falta de estímulos para dedicarse a actividades académicas e incluso para cursar la educación superior. No sólo es difícil ingresar en las instituciones que los muchachos desean, sino que cuando logran hacerlo constantemente se enfrentan a la escasez de apoyos para el estudio. Además, el problema del desempleo y el subempleo afecta enormemente sus horizontes y abona los imaginarios y percepciones de pobreza e insuficiencia en cuanto a recursos y capacidades para enfrentarse a una realidad que cada vez se les muestra más competitiva y orientada hacia la exclusión. Estando así las cosas, la precarización de las instituciones afecta mucho a los jóvenes, quienes viven continuamente con sentimientos de                       carencia. Por supuesto, esto resulta funcional a los sistemas económicos y de poder que se están imponiendo en México, ya que si los jóvenes se perciben a sí mismos carentes y necesitados, están dispuestos a aceptar casi cualquier cosa que se les ofrezca. Para colmo, como la necesidad es justamente lo contrario de la libertad, pierden la libertad de participar en la construcción de un mundo diferente. Los chicos que se “liberan” se colocan en los “márgenes” de la sociedad y se les empuja a la violencia y a la delincuencia. Por cierto, en la actualidad la violencia juvenil se exagera y se pondera tanto que se ha convertido en estigma de la juventud contemporánea, la cual sin duda se está llevando la peor parte de las crisis y de los cambios que vivimos.    

¿Qué  panorama se vislumbra para este sector en los próximos años?
—El futuro de México es incierto, sobre todo porque no existe claridad respecto a un proyecto nacional. Por las acciones que se emprenden, sabemos que la clase dirigente, la política y las decisiones en materia económica nos están llevando hacia la construcción de un país sin pactos ni bienes sociales, y en donde las relaciones se basan en la competencia entre individuos. En este marco se ubican las actuales políticas oficiales que retiran el financiamiento a las instituciones educativas públicas. Si las intenciones de los grupos hegemónicos resultan exitosas, lo que podemos esperar es mayor polarización social y mayor diferenciación entre los jóvenes por sus condiciones socioeconómicas y culturales de origen, y también según sus trayectorias. Es decir, que las desigualdades de siempre se magnificarán y además están surgiendo nuevas desigualdades. Pero soy optimista y creo en la historia. Si revisamos lo que ha pasado en el país, reiteradamente han aparecido sujetos sociales que le han puesto un alto al autoritarismo de los gobiernos, y aunque los resultados no siempre han sido los que se hubieran querido, la orientación de la historia ha tomado nuevos rumbos.

Estoy convencida —de hecho hay investigaciones que así lo muestran— de que muchos jóvenes hoy están participando políticamente fuera de los canales tradicionales y están emergiendo otros espacios desde donde se gestan cambios promovidos por la juventud. Sin duda, las juventudes contemporáneas están innovando formas de participar en lo político.

¿Qué tanto está contribuyendo la academia a cimentar un mejor futuro para los jóvenes?
—Para ser honesta, creo que no estamos haciendo lo suficiente. Los académicos, tanto docentes como investigadores, hemos perdido de vista que nuestra principal responsabilidad son los jóvenes y la construcción de un mejor futuro. Estamos dedicados a realizar tareas que nos permitan llenar los formatos requeridos por los sistemas de evaluación, de los cuales, después de todo, dependen nuestro prestigio académico y nuestro poder adquisitivo. Poco hacemos por atender personal e institucionalmente las inquietudes y necesidades de los universitarios, y mucho menos para abrirles espacios y oportunidades de participación y decisión en lo que les compete.

En el terreno de su formación sí hacemos bastante, pues participamos en la docencia, y cuando menos les damos conocimiento e información. Pero, mientras los sigamos tratando como “menores” y les inculquemos el miedo al futuro, la competencia y el ¡sálvese quien pueda!, no será posible que la academia se construya como lo que debe ser: un espacio público donde se ejerce la crítica y se plantean opciones. Ojalá que los adultos que creemos en la educación pública hagamos lo propio para defenderla; por supuesto, junto con los jóvenes.

También en el campo de la investigación la academia está haciendo algo. En México, principalmente en las instituciones de educación superior, las investigaciones sobre la juventud se están consolidando y actualmente ya hay un núcleo, más o menos numeroso, de estudiosos del tema que cuenta con reconocimiento internacional y que se ha afanado por participar en el diseño y la discusión de políticas públicas que atañen a los jóvenes. Sin embargo, cabe señalar que los funcionarios públicos y las instituciones encargadas de desplegar políticas en materia de juventud en México poco toman en cuenta, desconocen y hasta inhiben la participación y las recomendaciones de los investigadores.  

* Doctora en sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, María Herlinda Suárez Zozaya es autora de Juventud en Morelos:
Paraísos secuestrados; Jóvenes mexicanos y nuevo capitalismo; Desafíos de una relación en crisis: juventud y educación en México; Juvenilización de los estudiantes universitarios y los vuelcos de lo público de la universidad, entre otras publicaciones. Actualmente, sus líneas de investigación son “jóvenes y universidad”, “gestión social de la educación superior” y “universidad y desarrollo local”.
 


El lenguaje, base de la “segunda naturaleza del animal humano”

La teoría de las especies de Charles Darwin es conciliable con la teoría de los diferentes códigos morales, por lo que el argumento de la selección natural permite hablar tanto del parentesco de los humanos con los simios como de la historia natural de la moralidad; así lo expresó José Luis Velázquez, catedrático de ética de la Universidad Autónoma de Madrid durante la primera jornada de la Reunión Internacional Darwinismo y Filosofía.

La reunión se llevó a cabo del 24 al 25 de agosto en la sala José Gaos del Instituto de Investigaciones Filosóficas, como parte de las actividades que realiza la UNAM para conmemorar los 200 años del nacimiento de Darwin y los 150 de la aparición de su obra cumbre,          El origen de las especies.

El objetivo de este acto internacional, que congregó académicos de las universidades de Quilmes, Florida State y Autónoma Metropolitana, así como investigadores de la Facultad de Ciencias y del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, consistió en reunir a especialistas en los ámbitos científico y filosófico para discutir la influencia de la obra de Darwin en el pensamiento filosófico.

Para José Luis Velázquez, un problema fundamental que plantea la teoría de Darwin es demostrar que no hay contradicción entre el origen natural del ser humano y los atributos específicos que lo hacen el único ser moral. Explicó que entre los animales humanos y los no humanos existen diferencias evolutivas de cinco millones de años, lo cual no los exime de compartir una serie de instintos, pasiones y emociones suficientes para confirmar que la ascendencia animal del hombre no impide su paralela evolución moral.

Asimismo, el catedrático argumentó que la clave esencial para Darwin es el lenguaje, pues éste le permitió al hombre utilizar un código con doble articulación de estructura proposicional, recurso que le sirve no sólo para comunicarse, sino fundamentalmente para pensarse a sí mismo; de allí que su comportamiento, sus hábitos y sus costumbres queden reforzados por una serie de principios normativos conocidos como “segunda naturaleza del animal humano”.

En este orden de ideas, Velázquez citó a Darwin: “Cualquier animal dotado de instintos sociales bien definidos, incluidos los vínculos afectivos de parentesco, llegaría inevitablemente a la adquisición del sentido moral o de la conciencia cuando sus facultades intelectuales alcancen o se aproximen al desarrollo a que ha llegado el hombre”. Sin embargo, el especialista admitió que ésta es una situación hipotética, porque no se ha demostrado que otro animal haya alcanzado la condición moral del ser humano.

“Puede que los hombres se enorgullezcan de ser los únicos animales dotados de conciencia moral —advirtió Velázquez—; de poder traspasar el ámbito de la sociabilidad para integrarse al de la moralidad; de que la evolución, la razón y la experiencia los han situado en esa cúspide de la escala evolutiva. Pero no se puede olvidar algo que afirmó Darwin: no hay duda de que los humanos descienden de bárbaros y algunos aún viven en esa comunidad social”.


Presos indígenas,
¿por transgresión u omisión?

El pasado 9 de agosto, Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, el Consejo Nacional de Población (CONAPO) informó que en México la comunidad indígena está conformada por 13.7 millones de personas, de las cuales, 6.9 millones son mujeres y 6.7 hombres. Aunque disímiles en sus tradiciones, prácticas, culturas y cosmovisiones, la mayoría de los integrantes de las 56 etnias que viven en nuestro país comparten las problemáticas, carencias e intereses que aquejan a sus comunidades.

Si bien la vulnerabilidad y la exclusión de los grupos indígenas se perciben en diversos campos, es en el de la procuración y administración de justicia en donde se aprecia mayoritariamente este problema. En materia jurídica, los indígenas constantemente son objeto de discriminación, ya sea por su idioma, su condición o su desconocimiento de las leyes.

En las cárceles mexicanas, por ejemplo, más de 10,000 indígenas se encuentran presos por delitos del orden federal, como la siembra de estupefacientes, o por infracciones del fuero común, relativas a robos y secuestros. Sin embargo, muchos de ellos fueron encarcelados sin contar con un proceso justo y sin conocer o comprender el motivo de su reclusión. 

En 2008, la Comisión de Asuntos Indígenas para la LX Legislatura de la Cámara de Diputados, encabezada por Marco Matías Alonso, señaló que “tanto el gobierno federal como las visitadurías de la Comisión Nacional de Derechos Humanos eluden las normas para proporcionar un traductor a los inculpados, por lo que muchos de ellos purgan sentencias indebidas”. 

La falta de asesoría jurídica y apoyo institucional ha propiciado que muchos indígenas monolingües sean víctimas de injusticia, situación que se agudiza en las grandes ciudades ante la ausencia de defensores de oficio o traductores que asesoren a los indígenas en su lengua. 

En el Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México, presentado en 2003 por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se destaca que los juicios en los que los indígenas se ven involucrados frecuentemente están plagados de irregularidades, “no solamente por la falta de intérpretes y defensores capacitados, sino también porque el ministerio público y los jueces suelen ignorar las costumbres jurídicas indígenas. En ocasiones, las sentencias dictadas están fuera de toda proporción con los delitos imputados, como sucede en los casos vinculados con delitos ambientales o contra la salud, o a las leyes federales de armas y de telecomunicaciones”.

Asimismo, este documento revela que existen irregularidades en las averiguaciones previas, y que “es práctica ampliamente generalizada la detención de sospechosos o presuntos delincuentes sin orden de arresto, la detención preventiva por un tiempo que excede el estatutario, el allanamiento de morada, el robo de pertenencias de las víctimas y otros abusos y negación del debido proceso, de los cuales son culpables las policías municipales y estatales, y a veces la policía preventiva e incluso elementos del ejército”.

Aunque la cifra de indígenas encarcelados es un aproximado —toda vez que ha predominado el aspecto lingüístico en el criterio de identificación—, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas estima que la mayoría de éstos se ubican en cárceles de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla, seguidos por penales de Coahuila, Aguascalientes y Tamaulipas. Además, prevalece la falta de servicios médicos y psicológicos; de espacio, teléfonos y alimentos.

Aunado a esta realidad, ha surgido un fenómeno de suma importancia: los presos indígenas en las fronteras. La Comisión de Asuntos Indígenas estima que “en las cárceles de Estados Unidos se concentra un número aproximado de 200,000 migrantes mexicanos, y una buena parte de éstos son indígenas que abandonaron sus lugares de origen para buscar una mejor vida para ellos y sus familias”. Si bien el gobierno mexicano no cuenta con cifras exactas, la Comisión reporta que alrededor de 20,000 indígenas se encuentran presos en cárceles norteamericanas. 

La pobreza, la escasez de servicios y recursos, el desempleo y la falta de alternativas son factores que han incitado a muchos indígenas a migrar en busca de mejores oportunidades. Si bien en el proceso muchos de ellos violan una o varias leyes, ya sea por desconocimiento o por desesperación, es común que la falta de asesoría, la discriminación de la que son objeto —aun cuando existen ordenamientos jurídicos que protegen sus derechos— y el desamparo jurídico al que son sometidos, agraven su situación.

En su artículo segundo, apartado A, fracción viii, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece el derecho de los indígenas al pleno acceso a la jurisdicción del Estado. “Para garantizar ese derecho, en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades culturales respetando los preceptos de esta Constitución. Los indígenas tienen en todo tiempo el derecho a ser asistidos por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua y cultura”.

Asimismo, la Ley Federal de Defensoría Pública, reformada en 2007 por la Cámara de Diputados, “obliga a las autoridades y juzgados penales a contar con traductores en casos donde estén involucradas personas que hablen alguna lengua indígena”.

La Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, aprobada en 2003, precisa en su décimo artículo que el “Estado garantizará el derecho de los pueblos y comunidades indígenas al acceso a la jurisdicción del Estado en la lengua indígena nacional de que sean hablantes […] Las autoridades federales responsables de la procuración y administración de justicia, incluyendo las agrarias y laborales, proveerán lo necesario a efecto de que en los juicios que realicen, los indígenas sean asistidos gratuitamente, en todo tiempo, por intérpretes y defensores que tengan conocimiento de su lengua indígena y cultura”.

A pesar de la existencia de diversos ordenamientos jurídicos que resguardan sus derechos, muchos indígenas continúan presos sin haber tenido un juicio adecuado y sin contar con la asesoría jurídica necesaria para comprender el proceso por el que atraviesan. En muchos casos, esta situación obedece a la escasez de traductores y a la falta de certificación de los mismos.

En el Informe especial sobre los derechos de las comunidades indígenas residentes en la ciudad de México 2006-2007, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, se destaca la necesidad de que el derecho al traductor y a la defensa que considera los factores culturales “se haga valer desde el inicio de la averiguación y, en todo momento, de manera universal para cualquier indígena, tanto en su calidad de probable responsable como de víctima del delito, y no sólo a los que por su capacidad de comprensión, apoyo de la defensa o buena voluntad del ministerio público logren reclamarlo. Para ello, se requiere de una política consistente en esta materia y no solamente de normas aisladas”.

Dicho informe propone al jefe de gobierno del Distrito Federal que se tomen “las medidas pertinentes para que el servicio de defensoría de oficio que se brinda cuente con abogados y abogadas indígenas, de preferencia bilingües y especialistas en derecho indígena, para garantizar el derecho que tienen los indígenas a una defensa adecuada”, propuesta que cabría hacer extensiva a toda la República mexicana, a fin de garantizar una adecuada impartición de justicia para este sector de la población.


Speaking desde las heridas rememora lo que puede caer en el olvido:
Claire Joysmith

Como parte de sus actividades, el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) presentó el libro Speaking desde las heridas. Cibertestimonios Transfronterizos/ Transborder (September 11, 2001-March 11, 2007), prologado por John Beverley (eu), Cristina Rivera Garza (México) y Maria Antònia Oliver-Rotger (Barcelona). Claire Joysmith, editora de este material, conversó con Humanidades y Ciencias Sociales en torno al origen, los objetivos y aportes de la obra, y explicó que “este libro está inspirado en la necesidad de explorar y adentrarse en procesos culturales de sanación, tanto individuales como colectivos”.

Maestra en lengua y literatura inglesa y norteamericana contemporáneas por la Queen Mary College de la London University, e investigadora adscrita al Área de Estudios de la Integración del CISAN, Claire Joysmith se especializa en estudios culturales y literarios, de género y transfronterizos. Actualmente desarrolla los proyectos de investigación “Cibertestimonios transfronterizos post-11 de septiembre 2001” y “Manifestaciones culturoliterarias contemporáneas femeninas de las etnias en Estados Unidos”.

Speaking desde las heridas es una compilación de 114 cibertestimonios “que reúne respuestas multivocales a un momento de fisura en la historia, como lo fue el 11 de septiembre de 2001. Reúne también reflexiones retrospectivas que abarcan entre cinco y seis años desde el momento del desplome de las Torres Gemelas en Nueva York, cuyos múltiples efectos de onda todavía no han sido del todo evaluados”. Cabe recordar que esta obra surgió como continuación del libro One Wound for Another/Una herida por otra: Testimonios de Latin@s in the U.S. Through Cyberspace (11 de septiembre de 2001-11 de marzo de 2002), prologado por Elena Poniatowska y editado en 2005 por el cisan y por universidades en Colorado y California.

De acuerdo con Joysmith, Speaking desde las heridas es “una respuesta colectiva surgida a partir de dos narrativas, dos heridas múltiples: una, expresada mediante la frase ‘se lo merecían’, refiriéndose a los estadounidenses; y la otra, procedente del ex presidente George W. Bush: ‘O están con nosotros o contra nosotros’. Ambas narrativas son reacciones viscerales a una multiplicidad de heridas del pasado, y se deja de contemplar que, por ejemplo, quienes murieron en las Torres Gemelas fueron en su mayoría migrantes, muchos de ellos mexicanos y sudamericanos. Asimismo, se olvida que son unos 46 millones de mexicanos, mexicanoamericanos, chicanos y latinoestadounidenses —que residen en eu—, quienes siguen experimentando en carne propia las repercusiones de dichos atentados”.

“En la búsqueda de narrativas alternativas a las mencionadas, se apeló —mediante una convocatoria enviada por el ciberespacio— a aquellas voces que podrían hablar, desde su colocación transfronteriza, acerca de sus heridas individuales y colectivas”.  

¿Cuál es el propósito de este libro?
—En este volumen, el 11 de septiembre funge como agente imantador, como catalizador de memoria. Se compiló con la intención de documentar y compartir una multiplicidad de perspectivas, de voces, que en conjunto pudieran crear una visión caleidoscópica, transfrontera, de los efectos de esos acontecimientos y sus secuelas tanto en las vidas como a nivel colectivo.

La idea fue crear y ofrecer un espacio transfronteras que reuniera muchas experiencias, que cruzara fronteras múltiples y de varios tipos. La intención fue reunir una visión no sólo de los latinos o chicanos en Estados Unidos, sino también de mexicanos y mexicanas en distintas partes de la República y de Latinoamérica e inclusive Europa. De hecho, hay voces que provienen de puntos geográficos variados, tales como la frontera México-Estados Unidos, Canadá, Argentina, Cuba, Puerto Rico, Hawái y España. Pero lo más relevante es que quienes participaron, al escribir frente a sus computadoras desde cualquier ubicación geográfica, eligieron responder al identificarse y colocarse de un modo u otro con el ser y el vivir como “transfronterizo/a” o “transborder” en sus vidas cotidianas y en sus trayectorias genealógicas también.

No hay que olvidar que existen heridas pasadas que se avivaron a raíz del 11 de septiembre, las cuales son parte de una multiplicidad de heridas abiertas manifestadas no sólo en México y en Estados Unidos o en la zona fronteriza, sino también en distintas partes del mundo y en gente muy diversa.

¿Por qué se decidió emplear testimonios y cibertestimonios para realizar la obra?
—El testimonio, que Ranajit Guha llama “la voz pequeña de la historia”, es un instrumento maleable que permite hablar honestamente, con el corazón en la mano, acerca de una experiencia personal, pero que también se localiza en la frontera de lo colectivo. Elegí la forma testimonial porque se ubica en los límites de lo literario mismo, y eso me interesa mucho. Digamos que hay fronteras que sólo es posible cruzar por medio del testimonio.

En el caso del cibertestimonio —si bien a nivel antropológico no se considera testimonio como tal debido a que no existe un mediador-entrevistador, sino que se da por medio de una computadora y del ciberespacio—, el testimonialista, término que utiliza el culturalista argentinoestadounidense George Yúdice, está frente al teclado, todo su sentir llega a la yema de los dedos y puede “hablar” de manera más fluida, puede explayarse con confianza. En este sentido se documenta, y así se da cuenta narrada de las experiencias y reflexiones de los participantes de manera directa, en el idioma en el que eligieron expresarse, sin traducción alguna. Por eso el volumen incluye textos monolingües, bilingües e interlingües.

¿A qué heridas se hace referencia en la obra?
—En su libro Borderlands/La Frontera. La nueva mestiza (1987), Gloria Anzaldúa escribió que “la frontera entre México y Estados Unidos es una herida abierta donde el tercer mundo raspa contra el primero y sangra”. Recurro a esta cita porque explica la intención con la que se acuñó el término en este volumen. Ella no está planteando una herida sólo como historia, tal como el Tratado de Guadalupe-Hidalgo; más bien se refiere a la herida reiterada, a la liminalidad misma en donde “raspan” esos dos mundos de manera real, metafórica y simbólica. Estas fronteras no sólo son geográficas, históricas, sociales, sino también culturales e identitarias. Anzaldúa se refiere a fronteras complejas, y no sólo externas, sino también internas; lo liminal entre el mundo que percibimos, el que nos circunda y el mundo interno. Son heridas que llevamos dentro incluso sin percatarnos, a veces con mucho dolor, pues son heridas profundas. Estamos hablando de fronteras-heridas que pueden convertirse, como Anzaldúa señala, en cicatrices-puentes. De ahí también viene lo transfronteras, mucho más allá de fronteras geográficas.

Es muy importante recordar que los migrantes no siempre han cruzado la frontera; más bien, ésta cruzó a toda la gente que estaba viviendo en esas áreas fronterizas. Quienes respondieron a la convocatoria eligieron abordar múltiples heridas individuales y colectivas. Hay ejemplos interesantísimos, muy conmovedores, en estos cibertestimonios. Todos somos muy frágiles, pero ¿qué es lo que nos mueve, lo que llevamos internamente? ¿Qué es lo que le motiva a alguien que no estuvo en Nueva York, pero fue testigo gracias a los medios, y que decide escribir acerca de eso hacia un público invisible en el ciberespacio? La intención también fue rememorar lo que puede caer en el olvido. Todo tiende a caer en una amnesia colectiva. De ahí la importancia de elaborar una obra que resguardara esas impresiones, esas heridas, y que abordara y compartiera momentos de sanación cultural, tanto individual como colectiva.

Claire Joysmith (editor), Speaking desde las heridas. Cibertestimonios Transfronterizos/Transborder (September 11, 2001-March 11, 2007), México, CISAN-UNAM/ Whittier College, California/ itesm/ Cátedra de Humanidades, campus Toluca, y Cátedra Alfonso Reyes, campus Monterrey; prólogos transfronterizos de John Beverley, Cristina Rivera Garza, Maria Antònia Oliver-Rotger, 651 pp.


Migración interna en México,
corolario de la pobreza, el desempleo y la urbanización

De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (oim), la migración es “el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica hacia otra a través de una frontera administrativa o política con la intención de establecerse de manera indefinida o temporal en un lugar distinto a su lugar de origen”. De diversos tipos y dinámicas, la migración suele estar enmarcada en las causas que generan la movilidad y en el espacio temporal en el que surge este fenómeno.

Los tipos de migración pueden variar considerablemente a partir de los contextos sociales, culturales, políticos y económicos en los que se desarrolla. Ya sea desde el punto de vista humano o geográfico, la primera distinción que ayuda a determinar su tipología es su calidad “interna” o “internacional”.

La oim define la migración interna como el desplazamiento, dentro del mismo país, “de una unidad administrativa, como una región, provincia o municipalidad, a otra”. En contraste, “la migración internacional involucra el cruce de una o varias fronteras internacionales, lo que resulta en un cambio en el estatus legal del individuo. También incluye movimientos de refugiados, personas desplazadas y otras personas forzadas a dejar su país”.

Entre los tipos más comunes de migración se ubican: la forzada, que describe un movimiento de personas “en el que se observa la coacción, incluyendo la amenaza a la vida y su subsistencia, bien sea por causas naturales o humanas”, como es el caso de los refugiados internos, así como de las personas desplazadas por desastres naturales, ambientales, nucleares, químicos, etcétera; la voluntaria, que se refiere a la movilización por voluntad propia, sin presiones externas, de una persona o grupo de personas; la temporal, “que implica una movilidad por un tiempo específico o determinado después del cual se produce un retorno”, y la permanente, que  denota un “asentamiento definitivo en el lugar de destino”. Asimismo, pueden encontrarse términos como “migración clandestina, de retorno, individual, masiva, ordenada, de personas calificadas, semicalificadas y no calificadas”, entre muchos otros.

Migración interna en México

La movilidad territorial ha sido una de las particularidades de la población mexicana a lo largo de su historia. Ya sea producto de la diversificación de las actividades económicas o de la escasez de recursos, servicios y alimentos, la migración —interna o internacional— se ha convertido en “el principal determinante demográfico de los cambios en la distribución geográfica de la población”.

En el caso de la migración interna, el proceso de urbanización y modernización del país —ocurrido en los años cuarenta del siglo pasado— influyó considerablemente en el incremento de los flujos migratorios. La posibilidad de incorporarse a mercados laborales más competitivos y, por ende, mejor remunerados representaba una perspectiva difícil de rechazar.

En un principio, el desplazamiento de la población se daba de zonas rurales a ciudades intermedias; posteriormente, muchos de los migrantes se trasladaban hacia las grandes urbes del país, y en algunos casos hacia destinos internacionales. Hoy en día, la migración interna se percibe más de tipo urbano-urbano y, en menor proporción, rural-urbano. 

En el libro La población de México en el nuevo siglo, editado en 2001 por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), se explica cómo la diversificación de las actividades económicas en el país favoreció la aparición de polos de atracción alternativos para la movilidad territorial de la población, “de tal suerte que los otrora masivos traslados del campo a las ciudades han cedido importancia paulatinamente a las migraciones entre núcleos urbanos y de las grandes zonas metropolitanas a ciudades de tamaño intermedio”.

“La intensidad de la migración interestatal se ha mantenido relativamente estable desde mediados del siglo XX: aproximadamente 1 de cada 100 mexicanos cambia anualmente su residencia cruzando los límites estatales. En el quinquenio 1995-2000 se advierte un leve descenso a 0.85%, de acuerdo con el censo de población de 2000. En la segunda mitad de los años cincuenta, sólo en el Distrito Federal y el Estado de México el principal flujo inmigratorio excedía las 30,000 personas; en cambio, en 21 estados era inferior a 10,000, e incluso, en Yucatán, el flujo más grande, originado en Campeche, apenas fue de 814 individuos. Cuarenta años más tarde, el panorama era totalmente distinto: no sólo en 10 entidades la corriente inmigratoria más cuantiosa rebasaba la cota de 30,000 y apenas en cinco era inferior a 10,000, sino que se distinguen nuevas rutas en flujos importantes; no obstante, el intercambio de más de 700,000 personas entre el Distrito Federal y el Estado de México —518,552 del primero al segundo y 183,196 en dirección opuesta— sigue siendo predominante y abarca 17.8% de la movilidad interestatal del país, prácticamente el doble que en 1955-1960 (9.3%)”.

En los últimos años, la precaria situación del campo ha orillado a mucha gente a desplazarse a las principales zonas urbanas en busca de mejores oportunidades de vida. Cifras del CONAPO revelan que alrededor de 6.9 millones de personas que habitaban en zonas rurales entre 1995 y 2000, cambiaron de municipio de residencia: “2.2 millones se desplazaron entre municipios de una misma conurbación o zona metropolitana y 4.6 millones migraron entre municipios de ámbitos distintos. Asimismo, casi la mitad de los desplazamientos del quinquenio 1995-2000 (47.3%) se originaron y dirigieron a las ciudades, en tanto que la migración de origen rural y destino urbano representó 18.6% del total”.

De las 32 entidades federativas que conforman México, en Baja California, Coahuila, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sinaloa, Sonora, Veracruz y Zacatecas hay mayor número de migrantes. Por otro lado, los principales destinos del flujo migratorio interno son Chihuahua, la ciudad de México, Ciudad Juárez, León, Matamoros, Mérida, Monterrey, Nuevo León, Orizaba, Puebla, San Luis, Tampico, Tijuana, Torreón y Veracruz.

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que entre 2008 y 2009 la tasa de migración rural duplicó la registrada en zonas urbanas. “Esto se explica en parte por la pobreza en el campo, la cual creció en los últimos dos años en mayor medida que la pobreza en las ciudades: de los 19.45 millones de pobres alimentarios, 12.2 millones se encuentran en los ámbitos rurales” (Mario Luis Fuentes, “Migración y pobreza: las heridas en el campo”, en Excélsior, México, 29 de septiembre de 2009).

La pobreza, la escasez de recursos y servicios, así como el desempleo, han sido factores determinantes en el comportamiento de la población mexicana y, en consecuencia, de los flujos migratorios de la misma. De acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo —correspondientes al segundo semestre del año—, durante abril, mayo y junio de 2009 la Población Económicamente Activa (pea) del país se ubicó en 45.7 millones de personas, que representan el 58.1% de los habitantes de 14 años y más; la población desocupada se situó en 2.4 millones de personas, equivalente al 5.2%, y la subocupada fue de 4.8 millones de personas, correspondiente al 11.1% de la pea.

“Más de la mitad de la población ocupada (53.1%) se concentra en las ciudades más grandes del país —de 100,000 y más habitantes—; le siguen las localidades rurales —menores de 2,500 habitantes—, donde se agrupa 19.2% de la población ocupada total; los asentamientos que tienen entre 15,000 y menos de 100,000 habitantes —urbano medio— albergan 14.6% y, finalmente, el resto de los ocupados (13.1%) residen en localidades de 2,500 a menos de 15,000 habitantes —urbano bajo—”.

Ahora bien, según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), entre 2006 y 2008 “el porcentaje de personas en condición de pobreza alimentaria a nivel nacional aumentó de 13.8% a 18.2%”, y el de las que se encuentran en pobreza de patrimonio se incrementó de 42.6% a 47.4%.

Las estimaciones del coneval se basan en cifras de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2008, realizada por el INEGI, la cual reporta que en ese año, “50.6 millones de mexicanos eran pobres de patrimonio, es decir, no contaban con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, de educación, de alimentación, de vivienda, de vestido y de transporte público, aun si dedicaran la totalidad de sus recursos económicos a ese propósito. Asimismo, 19.5 millones eran pobres alimentarios, es decir, quienes tienen ingresos insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos, incluso si los destinaran exclusivamente para ese fin. De los pobres alimentarios en 2008, 7.2 millones habitaban en zonas urbanas —localidades de 15,000 o más habitantes—, mientras que 12.2 millones residían en el área rural”.


Inician los trabajos
del seminario permanente
El Centro Histórico de la ciudad de México

El Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, y el Programa de Posgrado en Urbanismo de la misma Universidad pusieron en marcha un seminario permanente sobre el Centro Histórico de la ciudad de México, con la intención de crear un espacio universitario que contribuya a alimentar el debate colectivo y profundo en torno a este espacio de todos los mexicanos, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980.

Al dar inicio a los trabajos del seminario, Alicia Ziccardi, directora del PUEC, junto con Carmen Valverde, coordinadora del Programa de Posgrado en Urbanismo, refirió que el seminario busca “abrir un espacio para reunirnos y promover un análisis fundamentado en la investigación y en la experiencia de gestión en centros históricos realizadas en nuestro país y en otros países que enfrentan el reto de la conservación y protección, en un contexto internacional, nacional y local que exige profundas transformaciones en la estructura económica y urbana de nuestras ciudades”.

La directora del PUEC explicó que el seminario sesionará mensualmente, invitando a investigadoras e investigadores de la UNAM y de diferentes instituciones académicas de nivel superior a que presenten los resultados de los trabajos que han realizado desde diferentes perspectivas en torno a los complejos procesos sociales, culturales, económicos y ambientales de este espacio de la ciudad de México. También se dará cabida al análisis en relación con experiencias de gestión, administración urbana y articulación de procesos participativos.

La sesión inaugural, organizada de manera conjunta con la autoridad del Centro Histórico y la Coordinación de Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución del Gobierno del Distrito Federal, tuvo lugar el pasado 5 de octubre en la sede del PUEC.

En esta sesión, Jordi Borja, director del Programa de Gestión de la Ciudad de la Universitat Oberta de Catalunya, presentó la ponencia: La ciudad es la calle. El espacio público y los centros urbanos como test de la ciudad democrática; posteriormente, el arquitecto Fernando Carrión, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Centros Históricos, expuso el trabajo: El centro histórico como objeto de deseo.

En este marco y con motivo del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, el gobierno del Distrito Federal otorgó un diploma de honor al doctor Jordi Borja por sus aportes al estudio y conocimiento de la ciudad de México. El diploma lo entregó la doctora Alejandra Moreno Toscano, autoridad del Centro Histórico de la ciudad de México.

La primera sesión del seminario contó con la presencia del señor embajador de la República del Ecuador, Galo Galarza; el coordinador general de los Festejos del Bicentenario del gdf, Enrique Márquez; el director del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, Inti Muñoz, y el director de Desarrollo Urbano de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal, Felipe de Jesús Gutiérrez.

También asistieron investigadoras e investigadores de la UNAM, la UAM, el Instituto Politécnico Nacional, El Colegio de México, la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, el cide y otros centros académicos, así como funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio del gobierno federal, el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal.

Los materiales y resultados del seminario serán difundidos a través de la página electrónica del PUEC, http://www.puec.UNAM.mx/seminarioch.html , y mediante la publicación de una serie de cuadernos de investigación.


Libera la UNAM el portal Biblat, valiosa fuente bibliométrica para conocer la productividad científica de América Latina y el Caribe

La Dirección General de Bibliotecas liberó la primera fase de desarrollo del portal Biblat, una fuente de información que proporciona datos bibliométricos sobre la producción científica publicada en revistas latinoamericanas y del Caribe indizadas en las bases de datos Clase —Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades— y Periódica —Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias.

El objetivo de Biblat es ofrecer información cuantitativa para conocer y comparar la aportación científica de los autores, instituciones y publicaciones involucrados en la investigación y la divulgación del conocimiento en América Latina y el Caribe. Para tal fin, este portal conjunta y sistematiza la información contenida en Clase y Periódica, las bases de datos con el conjunto más representativo e incluyente de revistas académicas publicadas en América Latina y el Caribe —más de 3,000 revistas y más de 600,000 registros bibliográficos entre ambas bases.

Con este sustento, Biblat permite la obtención de indicadores sobre artículos y documentos publicados en las revistas de la región, de acuerdo con las siguientes categorías: producción de artículos por autor, institución de afiliación del autor y país de estas instituciones, así como por revista y país de la revista. En una segunda fase, Biblat generará información sobre las áreas temáticas —o disciplinas del conocimiento— y sobre la colaboración interinstitucional identificada a través de los trabajos en coautoría.  

Por la especialización geográfica y la masa crítica de información acumulada a lo largo de más de 30 años de trayectoria de Clase y Periódica, Biblat representa una fuente alternativa y complementaria de Web of Science y Scopus —las fuentes bibliométricas utilizadas como parámetro internacional en lo que a publicaciones científicas concierne. Ello permitirá ofrecer una aproximación más representativa de la publicación científica latinoamericana, contribuyendo así a reflejar el volumen, la dinámica y los análisis comparativos sobre la actividad científica en aquellas áreas de estudio alejadas de las publicaciones en lengua inglesa y de alcance internacional, y cuya divulgación se da en las  revistas locales escritas en español y portugués, como es el caso de las ciencias aplicadas —agronomía y medicina tropical— y, de manera destacada, las ciencias sociales y las humanidades.

Consulte Biblat en http://biblat.unam.mx o a través de la página web de la DGB: http://dgb.unam.mx


EXTRACTO DE LA CARTA DE VERA CRUZ*

(El siguiente extracto de la célebre carta dirigida al emperador, por e1 Ayuntamiento de la Rica Villa de la Veracruz, da una sucinta idea de la fundación de la primera co-lonia en México y del nombramiento hecho en Hernán Cortés, para justicia mayor y capitán general. El original se conserva en la Biblioteca Imperial de Viena.)

Después de se aver despedido de nosotros el dicho cacique, y buelto a su casa, en mucha conformidad, como en esta armada venimos, personas nobles, cavalleros, hijos dalgo, zelosos del servicio de Nuestro Señor y de Vuestras Reales Altezas, y deseosos de ensalzar su Corona Real, de acrecentar sus señoríos, y de aumentar sus rentas, nos juntamos y platicamos con el di-cho capitan Fernando Cortés, diciendo que esta tierra era buena, y que según muestra de oro que aquel cacique havia traido, se creia que debia de ser mui rica, y que según las muestras que el dicho cacique havia dado, era de creer que él y todos sus yndios nos tenían muy buena voluntad; por tan-to que nos parecía que nos convenia al servicio de Vuestras Magestades, y que en tal tierra se hiziese lo que Diego Velásquez havia mandado hacer al dicho, capitan Fernando Cortés, que era rescatar todo el oro que pudiese, y rescatado bolverse con todo ello á la ysla Fernardina, para gozar sola-mente de ello el dicho Diego Velásquez y el dicho capitán; y que lo me-jor que á todos nos parecia era, que en nombre de Vuestras Reales Altezas se poblase y fundase allí un pueblo en que huviese justicia, para que en esta tierra tuviesen señorío, como en sus reinos y señoríos lo tienen; porque siendo esta tierra poblada de españo-les, de más de acrecentar los reinos y señoríos de Vuestras Magestades, y sus rentas, nos podrían hacer mercedes á nosotros y á los pobladores que de mas allá viniesen adelante; y acordado esto, nos juntamos todos en concordes de un ánimo y voluntad, y hizimos un requerimiento al dicho capitan, en el qual diximos, que pues él veía quanto al servicio de Dios Nuestro Señor y al de Vuestras Magestades convenia, que esta tierra estuviese poblada, dándole las causas de que arriba á Vuestras Altezas se ha hecho relacion, que le requerimos que luego cesase de hacer rescates de la manera que los venia á hacer, porque seria destruir la tierra en mucha manera, y Vuestras Magestades serian en ellos muy desservidos; y que ansí mismo le pedimos y requerimos que luego nombrase para aquella villa, que se avía por nosotros de hacer y fundar, alcaldes y regidores, en nombre de Vuestras Reales Altezas, con ciertas protestaciones, en forma que contra él protestamos si ansí no lo hiziesen; y hecho este requerimiento al dicho capitán, dixo que daría su respuesta al dia siguiente; y viendo pues el dicho capitan como convenía al servicio de Vuestras Reales Altezas lo que le pediamos, luego otro día nos respondió diciendo, que su voluntad estaba mas inclinada al servicio de Vuestras Magestades que á otra cosa alguna, y que no mirando al interese que á él se le siguiese, si prosiguiera en el rescate que traia propuesto de rehacer los grandes gastos que de su hacienda avía hecho en aquella arma-da juntamente con el dicho Diego Velásquez, antes poniéndolo todo le placía y era contento de hacer lo que por nosotros le era pedido,pues que tanto convenía al servicio de Vuestras Rea-les Altezas; y luego comenzó con gran diligencia á poblar y á fundar una vi-lla, la cual puso por nombre la rica Villa de Vera Cruz, y nombrónos á los que lá delantes suscribimos, por alcaldes y regidores de la dicha villa, y en nombre de Vuestras Altezas recibió de nosotros el juramento y solemnidad que en tal caso se acostumbra y suele hacer; despues de lo cual otro dia siguiente entramos en nuestro cabildo y ajuntamiento, y estando así juntos embiamos á llamar al dicho ca-pitan Fernando Cortés, y le pedimos en nombre de Vuestras Reales Altezas que nos mostrase los poderes y instrucciones que el Diego Velásquez le avia dado para venir á estas partes, el qual embió luego por ellos y nos los mostró; y vistos y leidos por nosotros, bien examinados segun lo que pudimos mejor entender, hallamos á nuestro parecer que por los dichos poderes y instrucciones no tenía más poder el dicho capitan Fernando Cortés, y que por aver ya espirado no podia usar de justicia ni de capitan de allí adelante; pareciéndonos pues mui Excellentíssimos Príncipes, que para la pacificación y concordia de entre nosotros, y para nos gobernar bien, convenia poner una persona para su Real servicio, que estuviese en nombre de Vuestras Magestades en la dicha villa y en estas partes por justicia mayor y capitán y cabeza, a quien todos acatásemos hasta hacer relación de ello a Vuestras Reales Altezas para que en ello proveyesen lo que mas servidos fuesen, y visto que á ninguna persona se podría dar mejor el dicho cargo que al dicho Fernando Cortés, porque demás de ser persona tal qual para ello conviene, tiene muy gran zelo y deseo del servicio de Vuestras Magestades, y ansí mismo por la mucha experiencia que de estas partes y yslas tiene, de causa de los quales ha siempre dado buena cuenta, y por haver gastado todo quanto tenía por venir como vino con esta armada en servicio de Vuestras Magestades, y por aver tenido en poco, como hemos hecho relación, todo lo que podia ganar y inte-ese que se le podía seguir si rescatara como traía concertado, y le proveimos en nombre de Vuestras Reales Altezas de justicia y alcalde mayor, del qual recibimos el juramento que en tal caso se requiere, y hecho como convenia al Real servicio de Vuestras Magestades, lo recibimos en su Real nombre en nuestro ajuntamiento y cabildo por justicia mayor y capitan de Vuestras Reales armas, y ansí está y estará has-ta tanto que Vuestras Magestades provean lo que mas á su servicio convenga: hemos querido hacer de todo esto relacion á Vuestras Reales Altezas, porque sepan lo que acá se ha hecho, y el estado y manera en que quedamos.


Libros y Autores

La educación en Chiapas. Desafíos para la investigación social

La problemática social y educativa de México suele ser caracterizada por una diversidad definida en términos generales como cultural; no obstante, es indudable que la complejidad de dicha problemática se encuentra estrechamente vinculada con una inequitativa distribución de recursos humanos, financieros y de infraestructura.

En el extremo más desfavorecido de esta distribución de recursos se encuentran, sin duda alguna, entidades como Chiapas, donde la precaria atención a lo social y a lo educativo se constituye como una constante histórica. En Chiapas, la atención a los problemas educativos asociados a la situación social de la población continúa siendo una tarea pendiente en la agenda de académicos e investigadores locales y nacionales, situación que la autora de este libro analiza, tomando como referencia la asimetría existente entre la problemática educativa chiapaneca y los estudios realizados y publicados sobre el tema durante el periodo 2000-2005 en esta entidad.

El argumento principal que la autora sostiene a lo largo de este trabajo es que el grado de penetración de la educación en todos los planos de la vida social, está lejos de ser considerado como fuente y destino de conocimiento.
 

Teresa Pacheco Méndez, La educación en Chiapas. Desafíos para la investigación social, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Antropológicas-Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el Sureste, 2008, 111 pp.

Las figuras del texto

La retórica es, ante todo, una teoría de los empleos argumentativos del lenguaje. Contiene una búsqueda de testimonios, evidencias materiales y explicaciones probables de los acontecimientos con el objeto de demostrar algo o hacer inferencias probables. Es, pues, un modelo de conocimiento en el ámbito político-social. Sin embargo, durante tres siglos se le confundió con una preceptiva que regulaba el empleo del lenguaje figurado, en particular, el de los tropos.

Se trataba, sin duda, de una exageración, pues se limitaba esa disciplina a un elemento del discurso y, sobre todo, se le daba una orientación equivocada, pues la retórica no establece leyes sobre cómo se debe hablar de manera florida. Lo anterior, sin embargo, no quiere decir que las figuras y los tropos sean un estorbo en el acto retórico, y por fortuna no se cayó en la tentación de excluirlos de esa disciplina.

En efecto, los estudios sobre los usos expresivos del lenguaje, ya sea en el habla ordinaria o bien en la más elevada poesía, siguen siendo recurrentes, e incluso los mecanismos distintivos de los tropos han servido como modelo en el estudio de diversas manifestaciones culturales. Algunas orientaciones de la historia, la semiótica y la hermenéutica se basan en esos procedimientos para explicar cómo funcionan estas disciplinas.

Las figuras del texto presenta una serie de ensayos de carácter teórico y analítico que dan cuenta de la riqueza de enfoques que encierra el estudio de las figuras (filosófico, lingüístico, literario, sociológico, etcétera), y de su persistencia en la cultura humanística actual.

Helena Beristáin, Gerardo Ramírez Vidal (compiladores), Las figuras del texto, México, UNAM-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2009, 387 pp.

La enseñanza del español: Problemas y perspectivas en el nuevo milenio

Una de las prioridades dentro de nuestro sistema educativo es la enseñanza del español. Lograr que un alumno redacte, lea y hable fluidamente es dotarlo de una herramienta fundamental de comunicación que incremente su capacidad para argumentar, para reforzar el conocimiento aprendido y para promover la seguridad en sí mismo.

Sin embargo, las deficiencias que los estudiantes presentan actualmente en cualquier nivel de escolaridad en relación con su expresión oral y escrita, desde los primeros años de primaria hasta los niveles de posgrado, son tan evidentes, que el problema alcanza consecuencias no sólo de índole académica, sino que recaen también en el ámbito social.

La enseñanza del español: Problemas y perspectivas en el nuevo milenio reúne 51 trabajos de 63 especialistas que participaron en el primer encuentro Problemas y Perspectivas de la Enseñanza del Español, celebrado a finales del 2005 en nuestra Universidad. Los ponentes, el público y los moderadores, provenientes de diversas dependencias educativas y de investigación (UNAM, ENAH, SEP, UPN, ULSA, BUAP, ITESM, entre otras), promovieron una amplia discusión en torno a la enseñanza que se desarrolla en los diversos niveles escolares del país.

En este evento hubo diagnósticos, aportaciones, propuestas de evaluación, de innovación tecnológica, de nuevas metodologías y de materiales didácticos, por lo que es indudable que este libro no se integró como un recuento de los graves problemas que presenta la educación en México, sino que plantea, además de diagnósticos certeros, múltiples propuestas de cambio y solución.

Un valioso factor de utilidad del libro radica asimismo en que los diagnósticos de los colaboradores están basados en la realidad, en estudios hechos a partir de la experiencia actual y personal de profesores que laboran en diversos niveles de escolaridad.

Por eso, ésta es una obra útil, práctica y necesaria para aquellos que pretenden entender por qué los alumnos no redactan o leen eficazmente, y que buscan soluciones reales al problema.

Entre las soluciones presentadas se describen nuevos sistemas didácticos para el análisis literario, para la promoción de la lectura, el aprendizaje basado en problemas reales, desarrollo de competencias, creatividad, actualización y formación de profesores, replanteamiento de programas y otras estrategias.

El objetivo del encuentro, y del libro, es impulsar una eficaz enseñanza del español que pueda cubrir las necesidades de una población que no genera los niveles de lectura y expresión escrita que se requieren.

Seguramente, los maestros encontrarán muchas coincidencias entre la labor que realizan y las soluciones propuestas. Además, conocerán y tomarán en cuenta otras perspectivas y aportaciones que resultan valiosas para considerar las técnicas que se manejan frente a los alumnos, ponderando qué se está haciendo bien y qué se puede y debe modificar.

Gloria Estela Baez Pinal (coordinadora), La enseñanza del español: Problemas y perspectivas en el nuevo milenio, México, Coordinación de Humanidades-Programa Editorial, 2007 (Sociedad y Cultura, México Siglo xxi), 620 pp.
 

Mexican Studies/ Estudios Mexicanos

Mexican Studies/ Estudios Mexicanos es un proyecto conjunto del Instituto para México y los Estados Unidos de la Universidad de California y la Universidad Nacional Autónoma de México, iniciado en 1982 por el doctor Jaime E. Rodríguez, del Instituto para México y los Estados Unidos (UC Mexus), y el doctor Roberto Moreno de los Arcos, quien era director del Instituto de Investigaciones Históricas. Sin embargo, la primera edición data de enero de 1985. Desde su inicio MS/EM ha sido un foro para la presentación y discusión de investigaciones multidisciplinarias e interdisciplinarias relativas a México y a los mexicanos, que pueden ser sistemáticas, interpretativas, analíticas o teóricas, para tratar asuntos de importancia para el país.

ms/em busca incentivar el enlace entre los investigadores de todas las disciplinas y fomentar las colaboraciones que contribuyan de manera significativa al entendimiento de los factores culturales, históricos, políticos, sociales, económicos o científicos que afectan al desarrollo de México.

Los artículos publicados en ms/em son sintetizados e incluidos en los siguientes índices y bases de datos: America History and Life, Anthropogical Index Online, isi Web of Knowledge: Arts & Humanities Citation Index, Chicago Index, Current Contents, Hispanic American Periodical Index, Ethnic News Watch, Human Resources Abstracts, Humanindex Index y Sociological Abstracts.

Para conocer el contenido de los números publicados a partir de 1985 y a la fecha, puede visitar la página de internet: http://caliber.ucpress.net/loi/msem  Asimismo, la revista puede ser adquirida en el sistema de librerías de la UNAM o consultarse en las bibliotecas del Subsistema de Humanidades. Para suscribirse en México, dirigirse a la Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, Ciudad Universitaria, Coyoacán, 04510, México, D. F., tels. 01 55 56 22 75 65-70, ext. 315.


Jóvenes mexicanos pierden el miedo al contagio del sida

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH/sida) no es un tema que preocupe a la juventud de nuestros días. Cada vez más, aumenta el número de jóvenes que por decisión propia abandonan el uso del condón porque no temen al contagio. A pesar de que saben cómo se contagia, cómo se previene, cómo se usa un preservativo correctamente, no les preocupa contraer la enfermedad.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 50% de los casos registrados recientemente se presentaron en jóvenes menores de 24 años. El Centro para la Prevención y Control de VIH (CENSIDA) reveló que cerca de 35,000 jóvenes mexicanos viven hoy en día con esta enfermedad. Asimismo, esta instancia informó que el sida representa la cuarta causa de muerte de jóvenes entre 15 y 19 años, lo cual resulta alarmante ya que representan un sector potencial para la propagación del contagio.

De acuerdo con el sector salud, los jóvenes no platican mucho sobre el tema; su vida sexual es más abierta, tienen múltiples parejas sexuales y le preocupan mas los embarazos no deseados o el virus del papiloma humano que el VIH. Pese a sus temores, muchos de ellos no se previenen durante sus relaciones sexuales.

Otro factor que agrava la situación es el hecho de que a los jóvenes no les interesan las campañas de prevención que continuamente se promueven en los medios de comunicación, en los centros de salud y en las escuelas. Cabe recordar que a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, los jóvenes se veían muy influidos por la radio y la televisión, situación que favorecía la prevención del contagio. La juventud de entonces temía a la enfermedad porque fue testigo del deterioro de diversos artistas o músicos, como el vocalista de la banda británica Queen, Freddie Mercury, quien murió de sida en 1991. Aunado a lo anterior, los jóvenes eran más precavidos porque no existían tratamientos para prolongar la vida de los enfermos de sida.

Es importante señalar que a pesar de la existencia de medicamentos gratuitos en el sector salud, el abasto de los mismos no puede garantizarse de seguir aumentando los casos. Lo anterior, porque el costo de los antivirales es de aproximadamente 50,000 pesos al año por persona. Si bien el gobierno mexicano invierte anualmente cerca de tres millones de pesos para la adquisición de estos fármacos, la demanda supera constantemente al Seguro Social, y de incrementarse la cifra de enfermos, el desabasto será aún mayor.

Otro problema que se presenta es que, al no considerar esta enfermedad como un peligro, los jóvenes dejan de realizarse los estudios pertinentes para detectarla, y si se contagian no se someten a un tratamiento, por lo que sus posibilidades de vida disminuyen notoriamente, aunado al hecho de que el número de contagios se incrementa por la misma razón.

Lo cierto es que las cifras de contagio y muerte por sida en nuestro país van en aumento. Con base en datos proporcionados por censida, en 1989, 2,840 mexicanos ya vivían con el virus. Hasta marzo de 2009 la cifra se elevó a 130,969, de los cuales poco más de 35,000 son jóvenes.

Según un estudio realizado por el IMSS en 2005, 98% de las infecciones del virus en la ciudad de México sucedió por relaciones sexuales sin protección, cifra 6.5% superior a la que se presenta en el resto del país. México hoy ocupa el lugar 16 en América Latina y el 42 a nivel mundial en número de casos de vih. Lamentablemente no existen en nuestro país políticas públicas de prevención dirigidas específicamente a la juventud; lo que hay son esfuerzos desarticulados por parte de dependencias como el Instituto Mexicano de la Juventud, el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida y de la sociedad civil, por lo que urge elaborar y promover campañas de educación sexual y reproductiva más eficaces, para enseñarles a los jóvenes a ejercer su sexualidad responsablemente.