Octubre de 2008
Año IV, Número 35


Tendencia juvenil
JÓVENES Y RELIGIÓN

La diversidad religiosa es una condición universal que ha derivado, entre otros fenómenos, en una multiplicidad de cultos. En México, la creencia religiosa más practicada es la católica, lo cual le ha valido ser considerada la tercera nación con mayor número de seguidores católicos en el mundo. La devoción cristiana, los testigos de Jehová y los evangelistas completan la lista. Pero, ¿qué piensan los jóvenes de la religión? ¿Han cambiado sus creencias, su manera de practicarla?

A simple vista parecería que se han alejado de la religión, pero numerosos estudios y encuestas indican lo contrario. Los jóvenes mexicanos se consideran a sí mismos creyentes; casi todos creen en Dios y, un elevado número, en los conceptos de la Iglesia. En general, las tradiciones religiosas familiares se han conservado y no se percibe intención de abandonarlas.

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud 2005, realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), los jóvenes mexicanos se dividen principalmente entre católicos practicantes -donde predominan las mujeres- y no practicantes -mayor presencia masculina. Con gran diferencia en número se encuentran los devotos de otras religiones y los que no profesan ninguna.

Por otra parte, la encuesta realizada por la compañía Consulta Mitofsky en diciembre de 2007 reveló que 81.2% de los jóvenes mexicanos entre 18 y 29 años profesa alguna religión, un porcentaje ligeramente menor que entre los de mayor edad, de los cuales, 85.7% son católicos.

Otro análisis de las familias muestra que 8 de cada 10 jóvenes han conservado la religión de sus padres; 6.3% afirma que algunos miembros de su familia la cambiaron, y 1.6% dice tener una diferente. Lo que indica que la nueva generación no ha cambiado tanto respecto a la anterior.

En cuanto a creencias, principalmente de los conceptos católicos, existe un alto grado de devoción entre los jóvenes mexicanos: 79% de los hombres y 87% de las mujeres afirman creer en el alma; 57 y 64%, respectivamente, en el infierno; 73 y 83%, en los milagros; y 87 y 90%, en la Virgen de Guadalupe.

La confianza en la Iglesia católica o en otras instituciones religiosas de fuerte popularidad permanece vigente. De acuerdo con un sondeo realizado por la revista Selecciones, la Iglesia católica es la segunda institución con mayor credibilidad entre la juventud mexicana, superada sólo por la Comisión Nacional de Derechos Humanos; 47% de ellos confía en la jerarquía eclesiástica. Además, cuando el IMJ les preguntó si la iglesia o la religión tenían la respuesta a los problemas y necesidades morales de las personas, 20% respondieron que no; sobre los conflictos familiares, 64% de los hombres y el 70% de las mujeres consideró que, al menos en parte, poseía la respuesta, y más del 60% piensa que también puede resolver los problemas de los jóvenes.

En una escala del 0 al 10, los mexicanos estiman que cumplen con 7 con lo que las religiones piden a sus fieles; las mujeres en mayor medida que los hombres, y los jóvenes significativamente menos que los adultos mayores. 17.3% practica entre 0 y 5; 37.9%, entre 6 y 7; 37.1% entre 8 y 10; 42.6% de los mexicanos entre 30 y 49 años, y 57.7% de los mayores de 50, se califican con 8 o más. En el área rural se consideran más cumplidos que en las ciudades, así como en la región del bajío y el sureste. En general, los no católicos se califican como más practicantes. Conforme el nivel de escolaridad es mayor, el nivel de cumplimiento baja.

Asimismo, 28% de los muchachos de entre 18 y 29 años nunca o casi nunca acude al templo de su religión; 39.7% asegura ir una vez por semana, y 23.9% va, en promedio, una vez al mes. En general, asisten con menor frecuencia que las personas mayores. 25.9% de los jóvenes afirman estar más cercanos a su religión y 31.1% más alejados que antes. Sin embargo, una encuesta telefónica realizada por el periódico Reforma en agosto del presente año, reveló que 61% de la población da mucha importancia a Dios, comparado con la familia, el medio ambiente, el dinero, el estudio, el trabajo, el sexo y la política.

El estudio "Religiosidad y preferencia política en universitarios de la ciudad de México", realizado en el 2006 por Josué R. Tinoco, Manuel González y Salvador Arciga, concluyó que tanto hombres como mujeres universitarios se consideran creyentes y reconocen las diferentes facetas de su creencia. No obstante, más mujeres que hombres creen en Dios y las mujeres se perciben a sí mismas como más religiosas. Los jóvenes de escuelas públicas presentan una actitud levemente más en desacuerdo con los factores de la religiosidad, que los de escuelas privadas. Aquellos con tendencias ideológicas políticas de derecha tienden más a la religiosidad; mientras que los de ideología de izquierda lo hacen menos.

Se tiende a pensar que la juventud acepta mejor los cambios y lo diferente; pero la primera Encuesta Nacional de Exclusión, Tolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Nivel Medio Superior reveló que no es así; según sus resultados, 4 de cada 10 estudiantes de preparatoria no aceptarían tener un compañero de una religión distinta.