Septiembre de 2008
Año IV, Número 34


Libros y Autores

Los contornos del alma, los límites del cuerpo: género, corporalidad y subjetivación
Nattie Golubov

Como señala Rodrigo Parrini en su introducción a la antología Los contornos del alma y los límites del cuerpo, la subjetividad y la corporalidad deben entenderse no como elementos "positivos" de los sujetos ni como cimientos necesarios para ubicarse y actuar en el mundo, sino como procesos que abarcan toda una vida. Y, en tanto que procesos, necesariamente estamos obligados a entenderlos dentro de las coordenadas espacio-temporales que orientan y estructuran la cotidianidad y la experiencia en momentos históricos específicos, en contextos sociales particulares y configuraciones culturales precisas. Y éstos son procesos vividos con dolor y felicidad por las personas, obedeciendo a las exigencias de su entorno y a las que se asumen como propias, aunque escapando de ellas también, de maneras sorprendentes, con imaginación y creatividad. El libro ofrece una mirada a una amplia gama de configuraciones subjetivas de varias épocas históricas, desde las locas de los siglos XVI y XVII hasta los placeres del marqués de Sade, los paseos londinenses en la década de los años veinte, un transexual mexicano de nuestros días, una madre boxeadora y un adolescente adicto. Y lo hace mediante dos tipos de textos: artículos teóricos y analíticos e historias de vida, los cuales se compilan de modo separado en dos secciones: "Los contornos y los límites" y "Las almas y los cuerpos", respectivamente.

Esto permite mostrar un proceso fascinante: cómo las personas negocian sus circunstancias, sobre todo aquellas que no pueden cambiar porque son sistémicas, aunque al mismo tiempo la subjetividad es líquida y escurridiza, se asoma por lugares inesperados, tomando formas insospechadas y con frecuencia contradictorias, soluciones siempre parciales a dilemas y encrucijadas imprevistas.

¿Qué espacios son apropiados para las mujeres y cómo consiguen adueñarse de aquellos que las rechazan? ¿Cómo se construye un hogar en el barrio de Santo Domingo, con cartón y lámina? ¿Cómo circulan las personas en los espacios públicos, en las calles? ¿Cómo se camina en casa? ¿Cómo se transforman los hombres a sí mismos en otro tipo de hombre? ¿Cómo se ajustan los comportamientos a los diferentes espacios que se habitan?

Se disfruta la lectura de esta antología porque es un compendio, un bestiario, digamos, de muchas vidas desajustadas. Y no es que los autores hayan elegido deliberadamente a personas que convendríamos en considerar excéntricas, sino que, sobre todo en las historias de vida, casi ninguna vida sigue una trayectoria que pueda identificarse como convencional o predecible. Más bien, las personas que emergen de estos artículos son seductoras por su particularidad y admirables por su habilidad para narrar su biografía y sortear todo tipo de obstáculos a fin de vivir de la mejor manera posible en circunstancias adversas. Tenemos la historia de la boxeadora profesional Gloria Ríos; de la familia que en el transcurso de varias décadas ha logrado construir una casa pieza por pieza; de Diego, de dieciocho años de edad, que imagina la posibilidad de obtener una existencia mejor a pesar de estar enganchado en las drogas; de Gris, una transexual que trabaja como empleada doméstica durante la semana, y es compañera de caballeros los fines de semana, o los consumidores torcidos y tullidos en el ensayo de Virginia Woolf.

Cabría preguntarse si hay vidas ajustadas, o si todos, en mayor o menor grado, estamos desajustados; así, quizá deberíamos desarrollar un vocabulario teórico que no se valga de una norma para medir los grados e intensidades del desajuste, sino que vuelva la mirada sobre lo normal, que al parecer se desvanece cuando la mirada se detiene en la particularidad.

Otro tema relevante es que también cambian los emplazamientos donde radica o se coloca la identidad, o los espacios donde se encuentra la subjetividad. Ésta, o más específicamente el sujeto, es un proceso productivo además de un proceso de sometimiento. En este sentido, es interesante ver cómo los sujetos generan sentido y explican sus vidas y el mundo que los rodea, y cómo es que la interpretación teórica de estos narradores que relatan lo propio permite ver las contradicciones ideológicas y culturales que desarticulan todo intento por establecer una subjetividad singular, estable y fija. La antología constituye un recordatorio de que el individuo y el sujeto no son fácilmente asimilables. Los valores y esperanzas son cambiantes, la gestualidad se interpreta de diferente manera de acuerdo con el espacio o la parcialidad de la mirada, los espacios cerrados se abren y los abiertos se cierran, lo visible y lo invisible van cambiando conforme a lo que se puede y quiere ver y a lo que permanece más allá de nuestras formas de atención. ¿Quién o qué es ese yo que cuenta una historia? ¿Quiénes son los otros con relación a los que se constituyen estos sujetos? ¿Qué discursos, o trozos de discursos, moldean la subjetividad y la manera como las personas comprenden y narran sus vidas?

Rodrigo Parrini (coord.), Los contornos del alma, los límites del cuerpo: género, corporalidad y subjetivación, México, Programa Universitario de Estudios de Género, Universidad Nacional Autónoma de México, 2007, 288 pp.