Septiembre de 2008
Año IV, Número 34


Las revistas académicas

Como uno de los frutos del Reglamento de Extensión Universitaria, al inicio de los años treinta la UNAM emprendió una nueva etapa de su labor editorial, con el objetivo de ofrecer a quienes no se encuentran en condiciones de asistir a sus aulas y laboratorios, las enseñanzas que produce. Obedeciendo a ese tradicional espíritu, en la actualidad esta casa de estudios genera gran variedad de publicaciones periódicas de índole informativa, cultural, científica y de divulgación. En lo que se refiere al campo de las humanidades y de las ciencias sociales, por primera vez se realizó un encuentro de publicaciones de estas áreas. Revista de revistas del Subsistema de Humanidades se llamó el evento que tuvo lugar en el auditorio de la Coordinación de Humanidades el pasado 27 de agosto, en donde se reunieron editores, académicos y especialistas para hacer una evaluación actual de la revista académica.

Durante la ceremonia de inauguración, la coordinadora de Humanidades, Estela Morales Campos, declaró que "la trascendencia de la reunión de todos los directores y editores del Subsistema de Humanidades, se debe a la discusión de uno de los productos más importantes que tiene un investigador: la revista, principal vehículo donde se expone su conocimiento para que sea visible en el mundo académico y social".

"En el campo de las ciencias sociales y de las humanidades -continuó Morales Campos-, el libro es una pieza primordial como resultado de una investigación, pero otro producto de igual importancia es el artículo de revista, ya sea impresa o electrónica. Hoy podemos contabilizar el universo de nuestras publicaciones y es sorprendente enterarnos de que en el Subsistema tenemos alrededor de cincuenta títulos de revistas".

"Cuando el Subsistema pide presupuesto para publicaciones -añadió la coordinadora-, aboga por una de las actividades vitales para el investigador. Cuando buscamos que nuestros departamentos de edición nos apoyen, es porque el trabajo del investigador debe tener esa salida pública, de lo contrario se queda en las cuatro paredes de su cubículo. Ésta es la importancia de nuestras revistas".

Morales Campos explicó que existe una división en la producción de publicaciones, pues las hay de corte estrictamente académico y de difusión o divulgación. Al respecto, destacó que ambas variedades son importantes, porque dan cuenta del quehacer cotidiano del investigador: "una revista de investigación y otra de divulgación, a pesar de contar con públicos diferentes, no se contraponen. Nuestra Universidad, nuestros centros e institutos tiene que llegar a dos públicos: por un lado, al gremio de investigadores y especialistas, y, por otro, a la sociedad, a través de las revistas de divulgación".

Terminó su intervención manifestando que es el momento de compartir el conocimiento sobre las publicaciones del Subsistema: "el resultado del encuentro puede ser el inicio de la sistematización de la información que aquí se recabe y proyectarlo en un catálogo o una base de datos sobre nuestras revistas".

Fernando Curiel Defossé, director de Divulgación de las Humanidades y de las Ciencias Sociales, expuso en su ponencia que una revista es una "obra colectiva que se quiere, además de original, diálogo público, sin retraimientos, reservas o solipsismos, en donde se cruzan polémicas y se experimentan nuevas textualidades, desbordando lo que rige el mercado de bienes simbólicos". Agregó que la revista académica presenta las mismas características que las publicaciones culturales o literarias, con la implicación de que la docencia y la investigación determinan su esencia; así, añadió algunas características que comparten entre sí: "el credo estético, un paradigma humanista o científico y una doctrina social".

Sobre el estado de los estudios del tema, Curiel señaló que aún se encuentran en ciernes, subrayando que tal ejercicio reclama un asedio multidisciplinario: "Aclaro. No que carezcamos de enfoques particulares de valía, reflexiones teóricas, índices, ediciones facsimilares; de lo que hablo es de la inconstancia del análisis integral del fenómeno bajo dos mínimos supuestos, a saber: a) el del sistema intelectual, sustrato de las revistas, y b) el de las interconexiones del sistema intelectual con otros, el educativo y el social de modo señalado".

EL UNIVERSO EDITORIAL DEL SUBSISTEMA

De acuerdo con el folleto Revista de revistas del Subsistema de Humanidades, editado por los organizadores del encuentro, existen 51 revistas dentro del Subsistema, siendo la de mayor antigüedad Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas (1937), y la más reciente Problema. Anuario de Filosofía y Teoría del Derecho (2007). Entre estos dos extremos temporales podemos mencionar a Tlalolcan. Revista de fuentes para el conocimiento de las culturas indígenas (1943), Anuario de Letras (1961), Estudios de Historia Novohispana (1966), Acta Poética (1970), Voices of Mexico (1986), Archipiélago. Revista Cultural de Nuestra América (1992), Estudios de Cultura Otopame (1998), Revista de Investigación Social (2005) y Norteamérica (2006), sólo por ofrecer una muestra, ya que el rigor del espacio impide desplegar la totalidad de los títulos.

El encuentro se organizó en tres mesas de trabajo, que obedecieron el siguiente orden cronológico:

Mesa I: "De los treinta a los cincuenta", donde presentaron sus respectivas publicaciones: Peter Krieger (Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas), Rosalba Casas (Revista Mexicana de Sociología), Adalberto Santana (Cuadernos Americanos), Nuria González Martín (Boletín Mexicano de Derecho Comparado) y Ricardo Salles (Diánoia).

Mesa II: "De los cincuenta a los sesenta", donde participaron Salvador Reyes (Estudios de Cultura Náhuatl), Maricela Ayala Falcón (Estudios de Cultura Maya), Mario Castillo (Anales de Antropología), Guadalupe Curiel (Boletín del Instituto de Inves-tigaciones Bibliográficas), Esther Iglesias Lesaga (Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía).

Mesa III: "De los setenta al presente", en la cual estuvieron Emma Paniagua Roldán (Perfiles Educativos), Juan José Calva González (Investigación Bibliotecológica: archivonomía, bibliotecología e información), José Gandarilla Salgado (Educación Superior: cifras y hechos), Norma Cano Yebra (Península), Nattie Golubov (Norteamérica).

Con dos ponencias se dio por terminado el evento: "La revista digital", de Juan Voutssás Márquez, e "Indicadores para la evaluación de las revistas académicas", de Jaime Ríos Ortega.

De manera significativa, las exposiciones de las tres mesas de trabajo reflejaron la intensidad de la labor editorial del Subsistema desde los años treinta hasta nuestros días; asimismo, se constituyeron en un observatorio de la transformación de las publicaciones mediante la evolución tecnológica de sus soportes. Por motivos de espacio, el presente reporte se dividirá en dos partes. A continuación ofrecemos el resumen de las exposiciones de la primera mesa, con el compromiso de ocuparnos de los aspectos más importantes de las mesas restantes en el próximo número.

Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas

Peter Krieger, director de Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, refirió que la gestación de la revista está íntimamente ligada con la fundación del Instituto de Investigaciones Estéticas, creado en 1935 y cuyo nombre original era Laboratorio del Arte, a semejanza del Laboratorio del Arte de la Universidad de Sevilla. "Desde sus inicios -aseveró Krieger-, el Instituto se integró a las redes académicas internacionales, y la revista, nacida en 1937, refleja esa integración que cumple una importante función correctiva en los nacionalismos unidimensionales implícitos en muchos estudios sobre el arte.

En años recientes -recalcó Peter Krieger-, Anales ha retomado esos debates en un contexto de revisiones conceptuales hacia la conversión de la historia del arte en ciencia de las imágenes. Cabe mencionar también que nuestra disciplina comprueba su utilidad social, basada en la libertad académica, por sus investigaciones e iniciativas sobre la preservación de la herencia cultural. Anales comunica los avances de las investigaciones estéticas en México a una comunidad nacional e internacional de interesados en las artes y en la cultura".

Revista Mexicana de Sociología

Si bien la Revista Mexicana de Sociología -fundada en 1939 por Lucio Mendieta y Núñez- no es la publicación más antigua del Subsistema, sí es la pionera en Ciencias Sociales de México y América Latina. Desde su origen ha hecho contribuciones notables en la producción sociológica, tanto teórica como empírica, en Hispanoamérica.

Uno de los periodos más importantes de la RMS es de 1966 a 1976. Al respecto, la directora del Instituto de Investigaciones Sociales, Rosalba Casas Guerrero, apuntó: "la revista vivió entonces una etapa de crecimiento y consolidación bajo la dirección de Pablo González Casanova; periodo también de expansión para las ciencias sociales en México y América Latina. La nueva perspectiva y la trayectoria profesional de su director, era la de considerar los problemas nacionales desde una óptica en donde los principales intereses eran el conocimiento global del desarrollo del país y convertir la sociología en una ciencia crítica, libre de las influencias positivistas y funcionalistas. El desarrollo fue el gran eje conductor de las actividades de investigación bajo el enfoque marxista".

Por último, enumeró las perspectivas de la revista, que son: fortalecerse en la discusión de temáticas de vanguardia en las ciencias sociales en el ámbito internacional, y convertirse en un referente obligado del pensamiento y la reflexión teórica y metodológica; ser un medio que favorezca el debate teórico y metodológico en la sociología y las ciencias sociales, y continuar con la ampliación y diversificación internacional del padrón de dictaminadores de la revista, con el objetivo de colocarla entre las mejores de ciencias sociales en el mundo.

Boletín Mexicano de Derecho Comparado

Este año, el Boletín Mexicano de Derecho Comparado cumple seis décadas de vida. Desde su nacimiento en 1948, ha reflejado fielmente las corrientes del pensamiento jurídico. Hasta hoy lleva publicados 180 números, que concentran más de 180 artículos doctrinales. La actual directora de esta publicación, Nuria González Martín, reseñó sus etapas más importantes: "En el mismo año en que nace el Instituto de Derecho Comparado de México, apareció su primer número con el nombre de Boletín de Derecho Comparado de México. Su fundador y primer director fue Joaquín Rodríguez y Rodríguez. Su nombre actual lo adquiere en 1967, cuando el IDC muda su nombre al de Instituto de Investigaciones Jurídicas.

En sus orígenes contenía cinco secciones: Doctrina, Legislación, Bibliografía, Revista de Revistas e Información. De ellas subsisten en la actualidad cuatro, pues se dejó de publicar Revista de Revistas, la cual incluía resúmenes de artículos de gran actualidad, e información sobre el desarrollo de la ciencia jurídica en el mundo. Su desaparición se debe a los avances tecnológicos, pues hoy es de suma facilidad el acceso a las publicaciones periódicas vía electrónica".

Sobre el estado actual del Boletín, la directora añadió: "a partir del año 2000, y con el fin de ajustarse a los lineamientos del CONACYT como organismo rector de la investigación en nuestro país, la revista dejó de estar en manos del director del IIJ para tener una dirección propia, la cual actualmente está a cargo de José María Serna y de una servidora. A partir de entonces se publica como revista estrictamente arbitrada y es reconocida en numerosos índices de revistas de excelencia, entre los que destaca el de Revista Mexicana de Investigación Científica y Tecnológica".

Diánoia

"En 1955, el Fondo de Cultura Económica publicó un anuario de filosofía. Se trataba del primer número de Diánoia, la primera publicación periódica en México dedicada exclusivamente a esta materia. Desde entonces aparece ininterrumpidamente, por lo que se ha convertido en la más longeva de su género", así lo expresó Ricardo Salles, actual director de esta publicación, durante su intervención en la mesa de trabajo. Y agregó: "Eduardo Nicol, su primer director, justifica la aparición del anuario como un espacio de diálogo que la investigación filosófica profesional reclamaba: en México había madurado el cultivo de la filosofía y necesitaba separarse de otro tipo de publicaciones, más ensayísticas por carecer de rigor y de sistematicidad".

Sobre las características de la ahora semestral publicación, señaló: "Desde la presente década se han publicado artículos de muchas orientaciones filosóficas y sobre filósofos de todas las épocas. Su director es elegido por los miembros de un comité de dirección. En pocas palabras, se modernizó y adquirió la estructura que hoy tiene la mayoría de las revistas académicas. Estos cambios responden a los lineamientos que el CONACYT ha establecido. Actualmente, Diánoia pertenece al Índice de Revistas Científicas de ese Consejo. La calidad académica ha sido su principal preocupación, y prueba de ello son sus páginas del pasado".