Junio de 2008
Año IV, Número 32


Homenaje a Joaquín Sánchez Macgrégor.
Poder y contrapoder (1925-2008)

"Joaquín era un intelectual polifacético, un humanista en el sentido más amplio de la palabra; en la universalidad, era un hombre de cultura, maestro de jóvenes y no tan jóvenes, amigo y hombre de familia", afirmó Estela Morales Campos, coordinadora de Humanidades, durante su participación en el homenaje a Joaquín Sánchez Macgrégor, organizado por el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) el pasado 6 de mayo.

En su ponencia -"Recuerdos de una convivencia. Joaquín Sánchez Macgrégor"-, Morales Campos destacó que la "multifacética personalidad de un hombre con las características de Joaquín Sánchez Macgrégor es compleja; su desarrollo académico profesional nos puede dar un marco de referencia. Filósofo de formación, egresó de nuestra Universidad con una amplia y sorprendente cultura en la música, en la pintura y en la literatura; su conversación se convertía en un reto y en una delicia que dejaban enseñanzas y tareas para aprender y continuar con un próximo encuentro".

"Joaquín fue un gran compañero, un asesor, un consejero en los temas latinoamericanos de naturaleza social y política, tanto los de actualidad como los de permanente referencia histórica. Al mismo tiempo, su atención estaba dirigida al acontecer nacional, ya sea en la política federal y en las expresiones alternativas de grupos minoritarios, o bien, preocupado por todas las expresiones de la democracia, siempre mirando adelante y siempre estimulándonos a participar en problemáticas contemporáneas y soluciones para el mañana".

"Su formación, abierta a partir de la filosofía con matices interdisciplinarios -continuó la coordinadora-, lo hizo un maestro que estimuló el esfuerzo intelectual, la crítica y la autocrítica, con capacidad y fundamentos para ejercer el disenso y expresar sus posiciones, muchas de ellas, a veces, dentro de grupos que han cuestionado las tendencias mayoritarias de su tiempo. Sus pasiones ideológicas fueron defendidas desde el grupo Hiperión, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y otras universidades".

Por su parte, Adalberto Santana, director del CIALC, destacó que Sánchez Macgrégor, además de ser profesor e investigador, fue decano en el CIALC. "De nuestro apreciado maestro, colega y amigo podemos destacar lo siguiente: en los años cuarenta ingresó en la Universidad Nacional Autónoma de México, donde estudió la licenciatura, la maestría y el doctorado en Filosofía. Años más tarde, en 1969, se vinculó incondicionalmente con su alma mater al impartir diversos cursos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales".

"En 1971 se incorporó a la Facultad de Filosofía y Letras. Entre 1972 y 1989 se desempeñó como investigador en el Instituto de Investigaciones Filológicas. Ocupó diversos cargos ad-ministrativos en esta Universidad y participó en distintos cuerpos colegiados de la UNAM. A la par de su vida académica, ocupó importantes puestos, como el de director fundador de la Escuela de Filosofía y Letras de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (1965 y 1969), así como el de rector en la misma universidad (1967-1969)".

Ambrosio Velasco, director de la Facultad de Filosofía y Letras, apuntó que Joaquín Sánchez Macgrégor fue un humanista formado en los mejores años de la facultad, "cuando por influjo del exilio español y por decisión propia, los más brillantes estudiantes de filosofía en México se apropiaron de ese saber que se transmitía desde las cátedras de Gaos y otros maestros del exilio español, para reflexionar críticamente sobre la realidad mexicana y latinoamericana. Supieron apropiarse del saber universal para reflexionar sobre nuestra realidad cultural, política y social, y con ello retribuir, al mismo tiempo, al desarrollo del pensamiento universal desde la realidad mexicana".

Durante su conferencia, "Joaquín Sánchez Macgrégor, el maestro, el filósofo", Evodio Escalante, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, indicó: "aunque no me imagino a Joaquín como un disidente deliberado ni mucho menos como un 'peleonero' o un 'pleitista' de las ideas, se me impone a la distancia la imagen de alguien que sin acaso buscarlo se colocó de algún modo en los terrenos del outsider o el disidente. Como integrante del famoso grupo Hiperión, fundado un tanto a la sombra del magisterio de José Gaos, lo mismo que como maestro de literatura, su biografía delata los signos inequívocos de una diferencia que estaba obligada a convertirse en problemática".

"De su optimismo a toda prueba, de su utopismo consustancial, quisiera agregar su creencia en que podemos ser mejores. Hay muchos otros Joaquines, por supuesto, entre ellos el consumado melómano a quien solía encontrarme de tarde en tarde en algún concierto de la sinfónica de la UNAM. Al evocarlo, me quedo con su música y con su entusiasmo estructuralista y con lo que estas puertas apenas entreabiertas prometían de una existencia superior".

Asimismo, Enrique González Rojo, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, dijo que Joaquín Sánchez Macgrégor fue un "hombre sabio, y no sólo era un sabio sino un filósofo. Amaba la sabiduría, el amor verdadero y era sabio en muchas disciplinas, pero sobre todo era un hombre que no dejó nunca de arder en deseos de saber".

"No sólo poseía un impresionante acervo intelectual discursivo, sino que era de una envidiable sensibilidad emocional, lo que le llevaba a amar especialmente la música y la pintura. Siempre se expresó como un amante de todas las manifestaciones artísticas. Además, le interesaba estar al día en prácticamente todos los campos de la actividad cultural".

Para González Rojo, Sánchez Mac-grégor "era un maestro en toda la extensión de la palabra: largos y fecundos años dedicó a la docencia y fue distinguidísimo profesor e investigador de esta casa de estudios. Su vocación magisterial no se limitó al aula, a la que siempre consideró como un pequeño templo del saber; también se manifestó realizando cursos, conferencias, coloquios, presentaciones de libros, reseñas bibliográficas, artículos periodísticos. No le fue ajena, asimismo, la investigación en general y la orientaba a profundizar el conocimiento".