En América Latina falta dinero para educación

Las ciencias sociales. Reflexiones sobre su futuro y retos

"En este momento estamos formando estudiantes, pro--fesionales y académicos en condiciones de carencia de recursos. Nunca hay suficiente dinero, pero es importante señalar que en América Latina falta dinero para educación en general, para educación universitaria en particular, y para la educación en ciencias sociales", señaló Adrián Bonilla de la Facultad de Estudios Latinoamericanos de Ecuador.

El investigador advirtió que estamos lejos de una sociología o de una ciencia social de carácter global, y "parece que en la propia América Latina hay realidades muy diferenciales. Por ahora es muy difícil hablar o construir la imagen sustentada de una ciencia social latinoamericana. En términos sociales y económicos, así como en varias de sus expresiones culturales -y una de ellas es la educación-, la región se ha diversificado y diferenciado dramáticamente a lo largo de los últimos quince años".

Durante su conferencia, titulada "Formación de nuevas generaciones para las ciencias sociales", que se llevó a cabo en agosto de 2007 en el Instituto de Investigaciones Sociales, Bonilla comentó que en un pasado reciente las ciencias sociales latinoamericanas contribuyeron decisivamente en debates relevantes para las ciencias sociales y las humanidades.

Adrián Bonilla, quien desarrolla proyectos sobre política exterior comparada de los países andinos y sobre asuntos de seguridad y defensa, apuntó que de América Latina ha surgido una multiplicidad de temas y de casos que son importantes para la comprensión de conceptos que pueden pensarse globalmente. Los trabajos sobre pobreza en esta región aún son muy potentes. Los estudios sobre democracia, desarrollo, subdesarrollo, continúan siendo el análisis causal producido en América Latina sobre movimientos sociales. El género y el medio ambiente siguen siendo temas emblemáticos para el conocimiento global, y no se puede prescindir de este tipo de literatura.

Al preguntarle si se está formando apropiadamente a las nuevas generaciones, Adrián Bonilla consideró que no se puede dar una respuesta global, porque son distintas las situaciones, incluso dentro de una misma ciudad; son diferentes las posibilidades de una formación de calidad. "Esto depende de la entidad universitaria, de los alumnos, de los recursos financieros y humanos con los que se cuenta; las posibilidades de una mejor formación son distintas por múltiples variables".

Asimismo, el investigador se refirió a los progresos y limitaciones en educación en ciencias sociales: "creo que los avances tienen que ver con la diversificación de fuentes de conocimiento, el acceso cada vez mejor a tecnologías de información que permite contar con bibliotecas en línea, revistas; la posibilidad de dialogar con académicos de otras fronteras, tener acceso a literatura en forma relativamente fácil y con menos costos que en el pasado".

"Las limitaciones -acotó- se dan por la carencia de recursos y por su disponibilidad condicionada a las agendas de las entidades o de los actores que financian investigación o docencia. Además de los controles deficientes de calidad, de la oferta docente y de la investigación en buena parte de los países latinoamericanos, las limitaciones se relacionan con una arquitectura institucional universitaria, que muchas veces no da cuenta de las modificaciones en el campo de la teoría y de la ciencia".

Por su parte, en entrevista con Humanidades y Ciencias Sociales, Diana Guillén Rodríguez, investigadora del Instituto Mora, habló también sobre el futuro de las ciencias sociales. "Me parece -dijo- que durante los últimos años no se les ha dado prioridad a las ciencias sociales; las llamadas ciencias duras están en primer plano".

Al referirse a los avances y limitaciones en el campo de las ciencias sociales, la especialista expresó: "la posibilidad de que distintas instituciones estén trabajando de manera seria y formando nuevos científicos sociales, es un avance. Las limitaciones se derivarían, desde mi punto de vista, del escaso aprecio por las ciencias sociales".