Febrero de 2008
Año IV, Número 28


El papel de los intelectuales en los cambios socio-políticos: el debate en la mesa redonda
Magdalena Defort

En noviembre del año pasado, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM tuvo lugar una mesa redonda sobre el papel de los intelectuales. Al evento fueron invitados algunos de los más relevantes investigadores e intelectuales de la Universidad, como Roger Bartra, Ricardo Pozas, Vicente Quirarte y Miguel Ángel Esquivel. Además, la conferencia vía Internet con Mario Vargas Llosa enriqueció el debate.

Los participantes relataron parte de la historia reciente del intelectual latinoamericano y sus formulaciones teóricas frente al avance del neoliberalismo. También se discutió sobre la labor del intelectual en relación con las vertientes políticas y económicas que actualmente sacuden al continente desde adentro y desde afuera.
Interrogado sobre su experiencia como político, Vargas Llosa respondió que era ante todo escritor; la política para él era algo transitorio que ejerció. Añadió que Perú vive una circunstancia muy especial, la cual exige un cambio radical para mejorar su estado actual. Éste fue el verdadero motivo por el cual decidió competir por la Presidencia. Asimismo, el novelista destacó que la responsabilidad del intelectual consistía en participar en el debate político, dándole una dimensión, como lo advirtió, más intelectual.

El debate político integra temas fundamentales como la intelectualidad de izquierda -independientemente del eje populista andino (Bolivia, Ecuador y Venezuela) o del eje social-demócrata (Uruguay, Brasil y Chile)- en la que Roger Bartra ve la esperanza para la ciudad letrada. En su intervención Los peligros después de la democracia, expuso sus inquietudes respecto a la extinción del intelectual. Bartra observó también que uno de los peligros de la posdemocracia es la metamorfosis del intelectual en un técnico, burócrata, incluso asesor. Ello le da más posibilidades de acercarse al poder, que en muchos casos se ha vuelto una de sus más grandes ambiciones.

Otro peligro que este especialista mencionó es el surgimiento de la nueva intelectualidad que, por sus libros de superación personal o de trillers, empieza a conquistar cada vez más amplio público.

Afortunadamente, la intelectualidad tradicional tiene sus orígenes en espacios tan prestigiosos como las revistas de creación. Éste es el tema que abordó Ricardo Pozas; su ponencia, La Revista Mexicana de Literatura: territorio de la nueva élite intelectual (1955-1965), consistió en un estudio de la élite intelectual que se creó entre 1950 y 1960. Era una generación que empezó a publicar sus primeros escritos en la Revista Mexicana de Literatura (1955-1965), y que recibió el nombre de Generación de Medio Siglo, los contemporáneos de la Generación de la Ruptura. Otro grupo de la élite intelectual establecía los Contemporáneos, que fundó la revista homónima. Los Contemporáneos formaron la vanguardia intelectual y cultural de la primera mitad del siglo XX mexicano. Muchos de sus miembros desempeñaban cargos públicos, lo cual permitió a los artistas y escritores mantener amplia interlocución con los gobernantes que los apoyaban en sus proyectos creativos, como fue el caso de la Revista de Literatura. Es en esta época cuando más se observa el diálogo entre el poder y la intelectualidad.

Un intelectual que mantuvo una comunicación constante con el poder fue José Vasconcelos, quien dejó huellas muy profundas en la historia de la intelectualidad latinoamericana no sólo por sus trabajos literarios sino por su actividad en la política (ministro de Educación y rector de la Universidad Nacional de 1921 a 1924). Vicente Quirarte dedicó a este conspicuo hombre su exposición, titulada José Vasconcelos y la fundación de la ciudad letrada. Vasconcelos pensaba que el conocimiento no es un lujo sólo para un "puño de gente", sino un derecho universal. También creía que las palabras no podían tener efecto alguno si no eran trasladadas al terreno de la acción. Para él, la escritura tenía que formar las conciencias, moldear las voluntades. Era un intelectual para quien el ejercicio de la política tenía una dimensión humanista.

Otro habitante de la ciudad letrada es José Martí, que en la ponencia de Miguel Ángel Esquivel encontró su digno lugar. En esa intervención, titulada Ideas y demarcaciones: figuras y lugares del intelectual en América Latina, Esquivel esbozó la historia de América Latina y de su intelectualidad. La condición del intelectual latinoamericano -afirmó- es lumpen; se originó con Napoleón III, un emperador que imaginó un imperio porque deseaba que fuera parte de él. Como señaló Esquivel, el intelectual latinoamericano, situado entre este antecedente histórico y el roce de los signos en su más reciente actualidad, es idea, demarca y figura. Su condición lumpen recibe una dimensión moderna en el pensamiento de José Martí. Desde la crítica de Martí, lo latinoamericano significaba alejarse de las utopías y vivir en la historia concreta. Significaba pensar la nación y el Estado con el capitalismo, pero sin capital. Su pensamiento dio una dimensión moderna sobre América Latina como un continente con su propia historia y no sólo una parte de la historia del imperialismo. En palabras del especialista: "José Martí ideó, demarcó, figuró y situó, así, otra modernidad".

En un debate sobre los intelectuales no podía faltar una exposición sobre Mario Vargas Llosa, la cual se tituló: Mario Vargas Llosa: un intelectual-político. Aunque él mismo no se considera político, la política siempre ha marcado su vida. Su literatura refleja un profundo compromiso con su época. Actualmente, el novelista peruano sigue permaneciendo fiel a sus ideales, siendo un pregonero de la libertad y de la democracia. La columna "Piedra de Toque" del diario El País es un espacio donde cada dos domingos, a través de sus comentarios sobre diversos hechos, Vargas Llosa ayuda al lector a tomar posición sobre lo ocurrido en el mundo entero. También los artículos y las entrevistas de este autor publicados por la revista Letras Libres en México, demuestran su gran interés por las cuestiones políticas y sociales.